Después de Astérix y los pictos, El papiro del César y Astérix en Italia, Ferri y Conrad publican este cuarto álbum, Astérix y la hija de Vercingérotix nuevamente con máximo respeto a la obra original. Por un lado, Didier Conrad logra mimetizar el estilo de Uderzo hasta hacerse en la práctica mayoría de las viñetas indiscernible del de su predecesor. Por el otro, Jean-Yves Ferri desarrolla una historia de Astérix en estado puro en donde se respeta el decálogo original de Goscinny.

La aventura la protagoniza el personaje de Adrenalina, hija adolescente del famoso rey galo Vercingétorix, que con el pelo largo, rojo y trenzado, con pantalones negros y cascos dorados, y exhibiendo una gruñona actitud adolescente empujará a los dos guerreros ir detrás de ella para garantizar su seguridad mientras explora la rebeldía propia de su edad.

Curiosamente, la historia enlaza claramente con el álbum Astérix en Hispania de hace 40 años. Porque aunque en aquella ocasión fuese un niño el que ponía en apuros a los protagonistas en una aventura cañí, Andrenalina repite algunos de aquellos mismos comportamientos inmaduros y soberbios. Sólo que en vez de un niño se trata de una joven en perpetuo estado de ira. Ferri y Conrad aseguraron en la presentación oficial en París que querían desarrollar unos personajes femeninos que no habían sido habituales hasta ahora ya que los lectores en potencia de las aventuras de Astérix habían sido niños, siempre y cuando obviemos grandes damas que ocuparon todo el protagonismo en el pasado como la Fanzine que aparece en La gran zanja.

Algo que, afortunadamente ha cambiado con Adrenalina, una chica que se enfrenta a los clásicos problemas de la adolescencia y al paso a la edad adulta, una realidad que los autores conocen muy bien porque los dos tienen sendas hijas en esa edad crítica. La descendiente del célebre jefe galo Vercingétorix, perseguida por los romanos, encuentra refugio en la aldea de los irreductibles, el único lugar de la Galia ocupada que puede garantizar su protección. Por su actitud combativa y por su aspecto, Adrenalina podría recordar a Greta Thunberg, la joven activista sueca contra la crisis climática. Sin embargo, es una coincidencia casual ya que el álbum se empezó a dibujar antes de que Thunberg se convirtiera en un personaje mediático. Además de Adrenalina, los lectores conocerán a Sélfix y Blínix, hijos del herrero y el pescadero, respectivamente. En esta historieta a Obélix, el eterno adolescente de la aldea, se le verá celoso, irascible y desconcertado ante el protagonismo de estos jóvenes y no dudará en mostrarse irascible pro este hecho.

Como viene siendo habitual, también hay un cameo, el del cantante francés Charles Aznavour, fallecido en octubre de 2018 y convertido aquí en un simpático pirata.