Un diálogo entre padre e hijo, en el que intercambian pareceres sobre la vida, su relación y se crean vínculos muy fuertes, es la esencia en la que se basa Pink Unicorns, una propuesta de danza contemporánea que presenta la compañía La Macana hoy y mañana, a partir de las 20:30 horas, en el teatro Victoria de la capital tinerfeña.

Esta pieza con un alto componente de fisicidad, que tiene una duración de unos setenta minutos, plantea a través del movimiento del cuerpo cómo son las relaciones familiares entre un padre, el bailarín Alexis Fernández, y su verdadero hijo, Paulo Fernández, un joven de quince años.

"El motor de arranque es la relación concreta, familiar y real, entre un padre y su hijo. A partir de ahí nacieron todas las escenas de este espectáculo en el que el público acaba conectándolo con su propia experiencia. Al analizar una relación concreta te planteas cómo es la tuya propia", comentó la bailarina y coreógrafa Caterina Varela, directora de la obra.

El montaje, incluido en el Circuito de Creación Escénica Contemporánea de la Red de Teatros Alternativos, sugiere una serie de cuestiones que giran en torno a cómo conectar con los hijos adolescentes en lo que parece un abismo generacional insalvable, la realidad de las redes sociales como una importante base de comunicación entre los jóvenes, cómo se construye, se desarrolla y se alimenta esa relación entre padre e hijo, además de otros aspectos con los que es sencillo identificarse.

Pink Unicorns utiliza el cuerpo en movimiento como recurso para entablar un diálogo, aunque también echa mano de textos, canciones y algunos diálogos que imprimen a la obra cierto carácter teatral.

"La pieza tiene un tono bastante lúdico, en el que la gente se ríe bastante pero también tiene algún momento de reflexión y cierto trasfondo crítico. En las obras de creación contemporánea está muy diluido lo que es danza y lo que es teatro. Los bailarines usan la palabra y los actores de mueven en el escenario, al final entran a dialogar muchas disciplinas juntas", apuntó Varela.

La escenografía que ha elegido la compañía La Macana para esta ocasión, que normalmente se ha caracterizado por espacios más bien de corte minimalista, son varios volúmenes hinchables de grandes dimensiones, decorados con distintas formas geométricas pintadas con muchos colores chillones.

"Es la primera vez que utilizamos en escena unos volúmenes tan grandes que ocupan buena parte del escenario y con los que interactuamos. Nos hemos dejado llevar por la explosión adolescente", señaló Caterina Varela, fundadora de la compañía junto a Alexis Fernández.

El título Pink Unicorns (Unicornio rosa) está relacionado con la estética de adolescentes como Paulo, una especie de guiño a este grupo de jóvenes que han definido su propio código de colores.

"El fondo de pantalla del teléfono móvil de mi hijo es un unicornio rosa. En mi época, siendo yo adolescente, el rosa lo mantenía lejos, de los unicornios ni había oído hablar y los teléfonos móviles no existían", comentó Alexis Fernández, quien hoy y mañana dialogará con su hijo en el escenario del teatro Victoria con el lenguaje corporal como base.