Adolfo Domínguez fue galardonado ayer con el Premio Nacional de Moda 2019 que otorga anualmente el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y que está dotado con 30.000 euros. El jurado, presidido por Román Fernández-Baca Casares, director general de Bellas Artes, eligió a Domínguez (Orense, 1950) por "su significación en la historia contemporánea de la moda de España".

En su resolución, el jurado recordó el eslogan histórico de Adolfo Domínguez de "la arruga es bella", que habla "de su gusto por lo natural, destacando la sobriedad y libertad y su convencimiento de que la ropa es nuestra segunda piel".

Su "importantísima" expansión internacional ha tenido mucho que ver en la concesión de este premio, por el que se le reconoce su "capacidad y sensibilidad para difundir el diseño y creación de moda española". Domínguez estudió Filosofía y Letras en Santiago de Compostela y después se trasladó a París, donde estudió Estética y Cinematografía. Después de una larga estancia en Londres regresó a Galicia para crear, a partir de la empresa de sastrería de su padre, una empresa que ha sido pionera dentro del sector textil.

Su conocimiento de la geometría le permitió confeccionar piezas con rigor "llenas de poesía", clásicas, minimalistas y bellas. El diseñador cuenta con seiscientas tiendas en todo el mundo, pero sin perder la perspectiva de su conciencia ambiental, que le llevó a firmar en 2010 su compromiso de política de bienestar animal.