Martirio, nombre artístico de María Isabel Quiñones Gutiérrez (Huelva, 1954), ha unido su talento al del pianista gaditano Chano Domínguez (Cádiz, 1960) para diseñar un espectáculo en homenaje al cantante, pianista y compositor cubano Bola de Nieve (Cuba, 1911 - México, 1971), que se estrenará este jueves, 7 de noviembre, a partir de las 20:30 horas, en el teatro Leal de La Laguna.

El concierto A Bola de Nieve, genial músico y cantante lleno de ternura y pasión, está basado en su propio repertorio, al que el dúo Martirio&Domínguez ha insuflado cierto aire de flamenco y de jazz y en el que se combinan las canciones más nostálgicas con las más amorosas, las más populares con las más divertidas de este genio cubano que tanto influyó en el mundo de la música.

"He escuchado su obra y siempre me ha fascinado porque tenía el don de conectar con el interior de la gente y eso es una cosa maravillosa", confesó Martirio, quien también destacó su carácter vanguardista y su valor como intérprete del denominado bolero filin, con el que "vinculó gentes, abrió caminos, creó escuela, mostró e intercambió por el mundo su sabiduría y a?ciones. En Bola, sobresale la ternura y la expresividad, la pasión, el sentimiento descarnado, sin adornos ni purpurina, llegar al fondo del alma con la voz y el piano, para revolucionar los sentidos y las emociones", señaló.

La complicidad artística de Martirio y Domínguez ha derivado también en un disco, A Bola de Nieve, en el que ambos han trabajado mucho para rescatar con sus ritmos la esencia del legado musical de Ignacio Jacinto Villa (Bola de Nieve).

"Hemos querido hacer unas versiones respetuosas, pero con nuestro lenguaje intentando expresar lo que sentimos. El disco también lo ha producido Raúl Rodríguez. Ha sido un proceso muy hermoso porque son canciones nuevas, pero con todo el respeto y la admiración a una obra inmejorable porque a él no se le puede copiar, es imposible", remarcó.

La coplista andaluza adelantó que el espectáculo es muy bonito porque es desnudo, con sonrisas y lágrimas. "Tiene mucha nostalgia, pero también mucha capacidad de amor. Es una cosa muy apasionada, muy mágica al estar de nuevo los dos solos después de 20 años desde que hicimos aquellas Coplas de madrugá. Volvernos a juntar con esa música que tiene Chano te puede recordar a Lecuona, a Rubén González... , pero es absolutamente jazzístico, absolutamente flamenco".

Los dos intérpretes andaluces han sabido mezclar con mucha originalidad la música cubana con los palos flamencos y canciones por soleas, bulerías y tangos, ademas de la teatralidad que imprimía Bola de Nieve a sus temas. "La capacidad teatral que tenía Bola tiene algo que ver conmigo también. Tengo mucha facilidad para la risa y el llanto, facilidad adquirida con la vida, nunca impostada. El acento es flamenco, porque tiene todas las melismas jazzísticas del bolero filin, yo lo llamo filin flamenco".

Martirio siente una profunda y sincera admiración por el compositor, cantante y pianista cubano al que homenajean y del que destaca su excelente preparación musical, tanto por los clásicos, como por la raíz afrocubana, el bolero o la canción más popular.

"Bola de Nieve dominaba la pausa. No tocaba más notas de las que hacían falta. Cantando tenemos que aprender de él porque tenía una sensibilidad exquisita, un don especial para llegar al corazón del oyente, a sus rincones más secretos y hace que se enfrente con sus propias emociones. Eso me parece una de las misiones del arte, verte a través de la sensibilidad, de ese espejo, para que te encuentres contigo mismo".

Armada con su gafas oscuras y su llamativa peineta, dos de sus señas de identidad, Martirio sigue su camino artístico, metiéndose en retos difíciles y buscándose a sí misma a través de todos los palos musicales que ha tocado a lo largo de su vida, aunque se la conozca sobre todo por su faceta como coplista.

"Creo que ahora mismo tengo más verdad que nunca en mi voz, se ve el alma. He experimentado con muchas cosas y me gusta también el fado, tengo familia portuguesa, y no se todavía si le meteré mano, o ponerme a escribir con gente que me gusta, como Javier Ruibal".

Esta amante de la poesía, de las letras elaboradas, a la que le gusta cantar al amor profundo y al desamor, a los sentimientos y las emociones, además de a la libertad, eligió la copla como su principal medio de expresión, aunque también ha acariciado con su voz la fusión con el flamenco, el bolero, el jazz, el tango, el rock, la guaracha o el mismísimo pop. "La copla era la banda sonora en mi infancia, con todos los ingredientes líricos, poéticos, dramáticos y teatrales que tiene....".