Colombia. Ese es el destino que el rapero canario Don Patricio eligió para conectar con los sonidos latinos de su niñez y tratar de repetir el éxito viral de Contando lunares, el tema que enloqueció el verano en España y catapultó su carrera. Este herreño de solo 26 años pasará una semana en Bogotá para juntarse con artistas urbanos de Latinoamérica y recrear la fórmula del éxito que lo hizo reventar los listados musicales y regar su vídeo como pólvora en internet.

"Voy a estar en la Trapical House, así que si sobrevivo y salgo de ahí con pie, pues seguramente salga algo con los niños", aseguró en una entrevista para Efe, en referencia a Lalo Ebratt, Skinny Happy y Yera Music, los reconocidos compositores y artistas que conforman ese colectivo. "Vengo también a conocer a la gentecita de por aquí e intentar que me recuerden y a darme a conocer", añadió entre risas.

Y es que Patricio Martín se presenta con una credencial nada despreciable que muestra el peso que va ganando en la industria: un tema con 120 millones de reproducciones en Spotify y casi 100 millones de visitas en YouTube. Todo un imán para colaborar.

Su éxito, que forma parte del disco La dura vida del joven rapero, junto a otros temas que van tomando fama en redes sociales como Comunicado de prensa, ya logró un certificado 5X Platino tras conquistar el primer lugar de listas radiales como Del 40 al 1. El cantante sabe que el éxito de su fórmula viral se encuentra en los sonidos latinos, esos que escuchó de niño en Canarias, cuando a los 14 años conoció la música en El Hierro, rodeado de amigos como Bejo, Uge o El Pekas.

Con ellos, o lo que es lo mismo, con el grupo Locoplaya, viajó este mes a Chile, Uruguay y Argentina. Además, grabarán ahora en Colombia con Warner y visitarán México en los próximos días. "Si de pequeño me pones salsa, me pones bachata y crezco con eso, pues de mayor al final eso es lo que conozco, lo que admiro y lo que me gusta. Entonces mi gusto como canario es muy latino", explicó sobre esos ritmos tan presentes a cada minuto en su música.

Pero su intención no es ir por la fama al otro lado del océano. "No quiero ni ser la mayor superestrella de Latinoamérica ni llenar estadios. Creo que todo eso viene como consecuencia de que hagas las cosas bien. Yo quiero irme contento a la cama", aseguró. Lo que sí tiene claro es que en Latinoamérica está la cuna de la música en la que quiere triunfar y va a tomar ventaja de eso.

"Para mí, que vengo de Canarias y vengo del rap y estoy tratando de hacer reguetón... el reguetón nace aquí. Tú te metes en mi móvil y todos los artistas que escucho son de aquí", confesó, mientras dejó entrever su ilusión con colaborar con la nueva generación de artistas urbanos locales, a quienes ya tiene "bien fichados". Eso sí, solo hay un favorito: su admirado Bad Bunny, y "no solo por la música que hace, sino por cómo lleva toda la fama, las redes sociales, el feminismo, yo que sé".

Y es que ser artista no le ha parecido fácil a Don Patricio, quien así lo retrató en el sugestivo nombre de su disco sobre la dificultad de un joven enfrentado a una industria monumental. "Una hora de un concierto no es la hora que dura, el viaje que te pegas, las horas de hotel, las esperas. (...) Todo eso hacerlo solo es duro", lamentó. Aunque también era un poco ironía. "Yo soy un afortunado de poderme dedicar a lo que me gusta y ganar dinero con ello y poder vivir", matizó.