"Ahora me lo creo más y también me siento mucho más segura al escribir... Supongo que eso es una consecuencia del premio", afirma la güimarera Alicia Ramos (1962), ganadora del XXXV Benito Pérez Armas de CajaCanarias con la novela El último vándalo (que yo sepa), un libro de aventuras cuya protagonista inicialmente se llamaba como ella pero cuya identidad tuvo que ocultar bajo la personalidad de Candelaria Marrero para no despertar sospechas entre los miembros del jurado.

¿Alicia Ramos o Candelaria Marrero?

Alicia, siempre Alicia Ramos...

¿Ahí no hay duda posible?

No, ninguna... Alicia Ramos a muerte.

¿Bolígrafo, máquina de escribir, ordenador...?

Prefiero el ordenador. Lo siento, soy así de prosaica.

¿Cuál es el lugar más extraño en el que ha escrito una canción o una creación literaria?

Todos son raros (silencio)... Yo realmente no escribo las canciones. Esto no lo debería contar. Las canciones forman parte de la tradición oral de mí misma, es decir, que se me ocurre algo cuando voy corriendo, montando en bici o dando un paseo. Ahí es cuando empieza a funcionar la máquina. No todas logran sobrevivir hasta que cojo el bolígrafo, pero las que lo consiguen logran evolucionar con respecto a la idea original.

¿Qué hace una güimarera por Madrid?

Hace mucho que me vine. Ya no me acuerdo cuál fue la primera razón, pero supongo que el amor tuvo algo que ver... Lo que sí sé es que sigo en Madrid porque aquí tengo trabajo, es decir, que puedo desarrollar mi profesión sin las barreras que existen en las Islas. El día que me llaman para actuar en Valladolid me cojo un tren por veinte euros y en un rato estoy en un escenario...

¿Se le quedó pequeña Canarias?

No, pero sería tremendamente aburrido tocar para la misma gente y en el mismo sitio cada semana, ¿No?

Hace muchos, muchos, muchos años... (interrumpe)

Veinte hace que me vine.

¿Los mismos casi que Pedro Guerra?

Él lleva algunos más.

Dos vecinos de Güímar en el Reino...

Los dos somos de Güímar. Bueno, yo soy de 'pa' arriba de La Hoya...

Antes le intentaba comentar que hace muchos, muchos, muchos años... Caco Senante habló de una "gaviota en Madrid" que hoy se ha transformado es una auténtica bandada.

Hay muchos canarios y por esa razón es relativamente sencillo tener un fin de semana canario en Madrid. El ocio canario es posible. Sobre todo, en un restaurante (Gofio) en el que solemos coincidir cuando hay que celebrar, pero no todos los fines de semana porque es un poco saladito... En el Madrid de hoy no se puede ser canaria a tiempo completo.

Hablando de dinero, ¿qué piensa hacer con los 12.000 euros, menos lo que se lleve la Agencia Tributaria, del premio literario que acaba de ganar?

(Silencio)... No lo sé. Me gustaría hacer más cosas que las que se pueden hacer con ese dinero. Tengo un proyecto que me gustaría iniciar, pero que es muy caro...

¿Puede adelantar algo?

Es muy complicado explicarlo, pero tiene algo que ver con la música, la literatura, la gastronomía y la presencia canaria en Luisiana (Texas / Estados Unidos).

¿Qué es lo que más echa de menos de Canarias?

El aire... Las cosas saben mucho mejor en función de la calidad del aire, y el nuestro es muy bueno. Esa sensación es tan real que en ocasiones duele.

¿Le hubiera gustado tenerlo más fácil?

No (ríe a carcajadas).

¿Volvería a dar los mismos pasos?

Igual no estaba preparada para responder esa pregunta, pero me gusta que haya sido así... Nada que venga fácil es valioso.

¿Alguna vez se ha sentido rechazada?

Sí, y le aseguro que es lo peor que le puede pasar a un ser humano. Sentir el rechazo de una comunidad es doloroso, pero también forja el carácter de una persona.

¿Defina en una palabra a Pedro Zerolo?

¿En una palabra? Eso es muy complicado. Era un hombre bueno, cercano, simpático... Debería encontrar esa palabra, pero soy incapaz. Pedro Zerolo era una persona poliédrica; amor, lucha y nervio reunido en un solo ser. Imposible. Pedro era bueno, natural y sano.

¿Podría resumir los sentimientos que le genera Vox?

El primer sentimiento fue de exilio... Tenemos las herramientas para combatir a Vox. En el pasado ya derrotamos al franquismo y, sinceramente, creo que su aparición puede galvanizar una resistencia pacífica de los valores democráticos bien fundamentada. Es saludable ver las caras de las personas que sostienen a Vox. Yo particularmente preferiría que no existieran, pero no es malo conocer sus rostros...

¿Cree que son necesarias las concejalías LGTBI?

No tengo ni idea de cómo funcionan.

La Laguna, por ejemplo, tiene una...

Es importante que haya una voluntad de visibilización de estas realidades pero transversalmente, es decir, en todo el ámbito de la administración. Supongo que una concejalía puede llegar a coordinar esa transversalidad.

¿Se ha planteado alguna vez la faceta política?

Jamás. No, no, no... Gracias. Tengo una amiga que es parlamentaria, que casualmente aparece en la novela, a la que admiro mucho por la labor titánica que hace en la defensa de los derechos de los ciudadanos. Yo no sirvo para eso. Mi lucha es distinta.