Es un tipo camaleónico al que hoy le toca pisar un escenario; mañana, Dios dirá... Seguramente no se alejará de la música que corre por sus venas en diferentes formatos. A veces como cantante, en otras ocasiones desde un estudio de producción o en el rincón más insospechado desde el que empezar a crear una canción. "Lo prioritario en mi vida es trabajar para la música, no el lugar desde el que lo haga", dice uno de los impulsores de una banda de leyenda que esta noche estará en los créditos del festival Peñón Rock. Y es que el campo de fútbol del Puerto de la Cruz acoge, entre las 17:00 y 02:30 horas, las actuaciones de La Patafísica, Expresso Rock y Óscar Rocío, Jaime Terrón, Amistades Peligrosas, La Banda del Capitán Inhumano, Cómplices y Tequila. Los argentinos, liderados por Alejo Stivel y Ariel Rot, anuncian su adiós después de algo más de cuatro décadas de idas y venidas. "Todo lo que ocurrió en el pasado no va a ser un lastre para que hoy vivamos una gran fiesta", avisa el creador.

¿Tequila se está despidiendo de verdad o queda alguna bala en la recámara?

Si decimos que nos despedimos es porque ya nos estamos yendo... En el caso de que no lo tuviéramos claro diríamos hasta luego, ¿no?

¿Abreviar la historia de la banda en un puñado de segundos es una misión imposible?

Imposible no, pero sí difícil. Esta es una historia con miles de instantáneas y anécdotas. Una aventura larga con interrupciones y con muchas idas y vueltas. Al final te quedas con la sensación de haber hecho lo que más deseabas y con todas las amistades anudadas en el camino. Pasarlo bien haciendo que la gente se lo pase bien es una bendición... Eso es lo que uno sueña cuando es pibe, pero no todos consiguen acariciar esa realidad. Yo he tenido la suerte de dedicarme a lo que me gusta y le aseguro sin temor a equivocarme que eso es lo más grandioso que le puede suceder en vida.

Las grandes bandas, y Tequila no es una excepción, siempre han tenido que hacerse fuertes a partir de guerrillas internas... ¿Cómo han sobrevivido a esas riñas?

Con tiempo y con espacio (silencio)... Una banda es como un matrimonio, es decir, nadie puede contar que no tuvo jamás una agarrada. Todo lo que ocurrió en el pasado no va a ser un lastre para que hoy vivamos una gran fiesta en el Peñón Rock.

¿En su defensa hay que decir que se han dado una última oportunidad?

Tequila se marchó sin despedirse. Hizo mutis por el foro y se largó sin volver la cabeza atrás... Con el paso del tiempo caímos en la cuenta de que no solo nos debíamos esta despedida a nosotros sino a toda la gente que estuvo a nuestro lado durante tantos años.

Hablando de años, o si usted prefiere de ciclos temporales, ¿cuál es el espacio que la historia le debería reservar a su formación?

Eso es algo que yo desconozco... Serán otros, preferentemente personas que conozcan la historia de la música, los que tendrán que posicionar a Tequila en un punto u otro. Yo no me atrevo a decir si el público nos va a reservar un espacio con una perspectiva al pasado o nos quedamos en algo que ocurrió, pero que no merece ser recordado... Cuando un desconocido se acerca y te dice que él se hizo músico escuchando Tequila se produce un hormigueo interno que desaparece a la misma velocidad con la que llega... Es bonito que ocurra, pero la vida sigue, ¿no?

¿Volvería a transitar por el mismo camino que le ha traído hasta aquí?

Estoy contento de haber hecho Tequila, pero también con la producción de discos que me gustaron mucho... Me siento feliz por coincidir en proyectos tan lindos como el de Carlos Tarque con M Clan o los de Sabina... Estoy satisfecho de todos los pasos que he dado y espero no salir defraudado de los que daré en el futuro.

¿Se siente mejor en el escenario o producción?

Son sitios complementarios. La tarima y el estudio son sitios distintos que aportan muchas sensaciones. Algunas de ellas son similares, pero ambas tienen matices tan ricos que no me quiero poner en la necesidad de tener que elegir en cuál de esos dos espacios me siento más cómodo.

¿Pero no hace falta conocerlo demasiado para ver que a usted el directo le pone?

Por supuesto... Ahí no hay ninguna duda posible. Me gusta el escenario, el show que se genera alrededor, los gritos del público... Dejando claro ese posicionamiento, debo decir que me encanta descubrir una canción de la nada. Ver cómo crece una historia es una de las experiencias más hermosas que todavía puedo vivir.

¿Le cuesta desprenderse de una canción para que otro se lleve los aplausos?

No, no... Son dos posturas distintas pero igualmente enriquecedoras. Lo prioritario en mi vida es trabajar para la música, no el lugar desde el que lo haga.

¿Lo que no va a faltar esta noche en el concierto del Puerto de la Cruz es energía para bailar, cantar, saltar...?

Más que un concierto, yo prefiero llamarlo fiesta. Que el público vaya y se divierta y disfrute como si fuera la última vez... Nuestros conciertos son una fiesta para que la gente pueda olvidar sus miserias cotidianas un rato. Si conseguimos que liberen sus cabezas de problemas durante una hora y media o dos el dinero pagado por una entrada ya está compensado.

¿Antes dijo que no, pero tomando como ejemplo el viejo dicho de que un rockero nunca muere, le costará mucho apretar el interruptor para dar por cerrado el ciclo Tequila?

Los rockeros sí que mueren... Solo hay que recordar a David Bowie, Jimi Hendrix, Tom Petty, Prince... Tequila se acaba, pero la música no. A partir de ahora cada uno seguirá haciendo sus cosas. ¡La vida sigue!

Vea aquí el videoclip de Salta, canción interpretada por la formación argentina Tequila.