Los hermanos Quijano llegan esta noche, de la mano de La Orotava Suena, al Teatro Teobaldo Power. Aterrizan con su último trabajo, La vida es un La La La, y repiten mañana con un segundo recital en el mismo sitio y a la misma hora (21:00). Manuel Quijano habla en esta entrevista del presente de la banda y sus nuevos caminos musicales.

¿Es este disco realmente el regreso a los orígenes del grupo?

Es un disco con un sonido más actual, venimos de hacer boleros y hemos vuelto otra vez al pop-rock, efectivamente.

¿Cómo se mantiene un estilo tan carismático a la vez que tratan de renovarse y evolucionar?

Te dejas llevar y te mantienes ahí tratando de ver lo que pasa en el mundo en el momento en el que estás. Al final te adaptas a lo que tienes ante ti. Hay muchos casos en los que no puedes obviar la realidad.

Con el auge de los ritmos latinos y el boom del reguetón, ¿qué espacio es el que busca Café Quijano?

No buscamos ningún espacio, seguimos haciendo lo que hacíamos siempre que es básicamente lo que nos apetece en cada momento. Nosotros tenemos nuestro espacio como lo tienen otros muchos artistas. En ese sentido no es algo que nos genere ningún tipo de duda o ansiedad. Como decía, nos dejamos llevar y seguimos haciendo lo que nos apetece, que es lo que hemos hecho toda la vida.

Veinte años después, ¿qué es lo que han aprendido?

Con el paso del tiempo, lo que uno hace es evolucionar y darse cuenta de que lo que sabías antes es poco comparado con lo que sabes ahora. Además, probablemente lo que sabes ahora sea poco comparado con lo que dentro de unos años vas a saber. En el mundo de la música y en cualquier disciplina que requiera de aprendizaje continuo te das cuenta de lo poco que sabes. Es tan amplio el campo de aprendizaje que te quedas siempre a medio camino.

Viven a caballo entre España y Miami. ¿Es una necesidad profesional esto de mantener esas dos bases?

Ha sido toda la vida así porque desde muy jovencitos fuimos para Miami, yo me mudé allí a los 20 años. Hemos seguido teniendo residencia allí por temas logísticos, nos queda más cerca para ir a México y al resto de países de Sudamérica. Es un sitio cómodo.

¿Cómo se trabaja en familia?

Con mucho cariño y amor porque es tu familia, pero sí es verdad que es más delicado en muchas ocasiones. Basta que sean familia para que las cosas no sean tan fáciles como si no lo fueran. Pero si lo tenemos que poner en una balanza siempre nos quedamos con todo lo bueno de trabajar juntos.

¿Qué canción no puede faltar nunca en un concierto de Café Quijano?

Nunca nos cansaremos, jamás, de cantar La Lola. Es una canción a la que le debemos todo. Hay gente que huye de sus éxitos porque dicen que están cansados. Nosotros estamos felices de cantar las canciones que nos han hecho populares y a las que les debemos tanto.

Las canciones nuevas, por otro lado, también conquistan y ganan discos de platino.

Sí, es la suerte que tenemos. Podemos cantar canciones que tienen 20 años y se han convertido en clásicos y canciones modernas. Podemos disfrutar de un directo así.

Aquí agotaron las entradas para los dos conciertos en apenas 15 días.

Canarias es un sitio que nos encanta y donde la gente nos hace disfrutar de una manera distinta. Es un público maravilloso y para nosotros ir ahí es saber que vamos a disfrutar y a encontrar a gente cariñosa que compra las entradas para ir a vernos.