Entre los nuevos museos que se van abriendo por todo el mundo este año de 2019 (el Bauhaus Museum Dessau en Alemania, el NMoQ en Qatar, The Shed en Nueva York, el Dune art museum en China, etc.) se encuentra desde la semana pasada uno en Turquía, el Museo Moderno Odunpazari, OMM, diseño del arquitecto japonés Kengo Kuma.

La Turquía moderna, la Turquía democrática, aun es considerada por muchos en Europa, debido a la forma de gobernar de Erdogan, un estado policial donde se corre peligro si uno expresa en voz alta ideas propias contradictorias con el gobierno (¿dónde no, me pregunto yo?). Sin embargo, a pesar de lo mal que lo pasan muchos profesionales (periodistas, sobre todo) allí, el señor Erdogan ha logrado controlar el ejercito, estabilizar la lira turca y conseguido un auge de las exportaciones e inversiones extranjeras. Y con lo bueno y lo malo, a veces ocurren cosas que siguen siendo excepcionales por maravillosas, como la inauguración de un Museo.

Odunpazari, que significa mercado de la madera en turco, fue la idea base que tomó Kengo Kuma para diseñar su museo. Así que esta historia trata, una vez más, sobre la relación entre edificios, cultura y comunidades: es decir, sobre lo que ha sido un lugar, lo que es, lo que pudo haber sido y lo que podría ser.

En este caso, el museo es un espacio intrasladable, un espacio cuyo significado tiene una cultura específica: no se trata de un aspecto o forma diferente sino de una concepción diferente. Esta es, para mi, una de las razones de la buena arquitectura, a la que pedimos un significado que involucre los aspectos culturales originales del lugar, que ayude a comprenden un paisaje, una historia. En el OMM el significado tiene que ver con la madera y la historia de la ciudad en la que se funda: Eskisehir.

Al noroeste de Turquía, la ciudad de Eski?ehir (que quiere decir "ciudad vieja") situada en Anatolia central. La ciudad tiene una población que supera los 500.000 habitantes y dos de las universidades más grandes e importantes de Turquía, la Universidad Anadolu y la Universidad Eski?ehir Osmangazi, por lo que la ciudad es conocida entre los turcos como "ciudad de los estudiantes". En esta ciudad la madera, su historia, es realmente parte del patrimonio histórico, y asegurarse de que el nuevo museo hablara de la historia y la memoria de su entorno siempre estuvo al frente y en el centro de toda idea del equipo de Kengo Kuma.

Construido para albergar la colección de arte moderno del arquitecto y presidente de la contrata turca Polimeks, Erol Tabanca, el museo en el distrito Odunpazari de Eskisehir está formado por un grupo de cajas hechas de vigas de madera apiladas y entrelazadas, donde la madera brinda calidez al espacio interior y parece amable con el medio ambiente, creando un enlace con las históricas casas otomanas colindantes.

El edificio, que continúa el paisaje urbano recreando el viaje hasta su interior, está diseñado para que haya espacios más pequeños e íntimos en los pisos inferiores, con galerías más grandes y abiertas para eventos y exposiciones en los pisos superiores. También contiene una cafetería y una tienda.

En el centro del edificio, donde se unen cuatro de los bloques de madera apilada, hay un atrio que se extiende a toda la altura del edificio de tres pisos. Este tragaluz cuadrado forrado de madera gira suavemente mientras se eleva a través del edificio. El museo se abre a la ciudad a una gran plaza con escalones de fácil acceso creando un vínculo entre las personas y el arte, entre la memoria del lugar y el futuro.

Kuma está actualmente diseñando también el Museo Hans Christian Andersen en Dinamarca y un centro cultural en un antiguo matadero en Oporto. Y el año pasado tal día como hoy, 15 de septiembre, abrió el V&A Dundee en Escocia, pero de eso hablaremos otro día.