Hecho a medida, como si fuera un traje y con capacidad para adaptarse a cualquiera de las necesidades de la música lírica y sinfónica. De hecho, será la Orquesta Sinfónica de Tenerife (OST) la encagarda, mañana a las 19:30 horas y con un programa titulado En torno al mar, de estrenar el que se puede considerar el nuevo instrumento del recinto cultural capitalino: su nueva concha acústica.

Una concha acústica es una estructura modular que se coloca en el escenario de la Sala Sinfónica para mejorar el sonido. El ingeniero de sonido encargado del proyecto, el experto chileno residente en Inglaterra Ricardo Sanlés, explicó ayer la importancia de esta estructura, que no solo mejora el sonido que les llega a los espectadores sino que les facilita la vida a los componentes de la OST, que no solo se escucharán mejor a sí mismos sino también al resto de sus compañeros. "Esta estructura retiene la energía de la orquesta y la proyecta hacia el público", detalló el especialista.

Cinco años de trabajo han sido necesarios para sacar adelante este proyecto y diseñar para la Sala Sinfónica lo que puede considerarse "el Stradivarius de las conchas acústicas. Realmente es otro instrumento más, es una caja se resonancia", detalló el jefe de Producción Técnica de Auditorio de Tenerife, Jorge Cabrera. "Nadie ha hecho hasta ahora un proyecto así, una concha diseñada a medida en base a un proyecto acústico previo en el que estuvimos trabajando con la orquesta", aseguró.

Esto convierte al Auditorio de Tenerife en uno de los recintos mejor equipados del mundo y la noticia ha corrido como la pólvora en los círculos especializados. "Hay teatros preguntándonos ya por este proyecto porque quieren algo similar", añadió Cabrera.

La nueva concha acústica del Auditorio también protege a los músicos que se suban al escenario, ya que reduce el impacto del sonido sobre ellos. "Los músicos están más cómodos y se escuchan mejor entre ellos. Ya han venido muchos de ellos a darme las gracias", detalló el ingeniero de sonido, que lleva varias semanas en la Isla coordinando personalmente las labores de montaje de unas piezas que viajaron, nada más y nada menos, desde Minesota, en Estados Unidos.

La empresa Wenger, encargada de realizar la estructura, es, de hecho, la mejor del mundo y este es su segundo proyecto en importancia.

La antigua concha acústica del Auditorio no solo no encajaba con el impresionante diseño de la Sala Sinfónica sino que se tardaba más de nueve horas en montarla. Ahora, en apenas 45 minutos y gracias a las estructuras diseñadas para su almacenaje el escenario está listo. Otro avance considerable es que esta estructura puede adaptarse al tipo de formación que se desee, desde un pequeño conjunto de cámara hasta las 200 personas que suman un coro y una orquesta sinfónica completa.

De esta nueva estructura y de la mejorada acústica del Auditorio se beneficiarán todas las formaciones que pasen por la sala, no solo la OST. Además, la empresa responsable de la confección de la concha ha grabado todo el proceso de construcción y colocación, lo que demuestra que servirá de ejemplo para otros recintos del mundo.