Descuelga el teléfono mientras camina por una acera de la avenida de la Trinidad. "Estoy en La Laguna recordando ancianos tiempos", responde el periodista y escritor Juan Cruz Ruiz (1948) antes de descubrir varias claves de "En la huerta de Pulsera", un libro de cuentos publicado por Diego Pun Ediciones que esta noche, a partir de las 20:00 horas, se presentará en el Castillo San Felipe del Puerto de la Cruz.

"Es un proyecto muy especial que pacté con mi hermana (Candelaria) en la última fase de su vida", explica el portuense sobre una iniciativa que nació de forma inesperada en la habitación del Hospital Universitario de Canarias en el estaba ingresada afectada por una enfermedad terminal. "¡Juanito, cuéntame un cuento!", rescata el autor de una conversación entre hermanos. "En realidad no eran cuentos de niños, sino textos escritos y leídos para personas por las que sientes un gran afecto; seres humanos a los que quieres abrazar con las palabras", aclara sobre un libro de 80 páginas que contiene 14 historias. "Además, las ilustraciones son de mi nieto (Oliver Arenas Cruz) y de una amiga sueca de la familia (Tamara de Laval) que vivía al lado de nuestra casa".

Cruz Ruiz asegura que escribió muchos más, pero que algunos se perdieron. "El primero está localizado en una huerta que mi hermana heredó, un lugar que ella convirtió en una metáfora del amor que sentía por las cosas más simples", resume al abordar la timidez de una de sus dos hermanas (Candelaria y Carmen). "Era una mujer a la que no le agradaba estar expuesta a emociones exageradas, un ser que amaba la lectura... Leía a Fernando Aramburu (Patria), a Manuel Rivas (El último día de Terranova), a Rosa Montero (La loca de la casa). Durante su ingreso, en su mesa de noche tenía el último de Rosa".

El Premio Canarias de Literatura y Premio Nacional de Periodismo Cultural, entre otros galardones, desvela que "la primera pista para acometer la elaboración de un cuento me la daba ella. Un día, por ejemplo, me dijo que tenía que escribir sobre Genoveva de Brabante. Lo cierto es que ese tardó en aparecer, pero durante una de las visitas en las que vi cerca el final le conté esa historia... Las circunstancias en las que fueron escritos son tristes, pero estos relatos destilan vida. El recuerdo de esos ratos de escritura y lectura van a permanecer en mi memoria para siempre", incide el colaborador de El Día.

Pero esta no fue la primera vez en la que Candelaria reclamó un cuento a su hermano. "Mi sobrina Elena le leía unos relatos que le enviaba desde Madrid... Cuando era pequeña, incluso, escribió un poema que no le hizo demasiada gracia a mi padre porque en él lo llamaba mi niño", recupera sobre su afición a escuchar buenas historias.

Juan Cruz, que este verano se ha sumergido en la conclusión de un libro que gira en torno a la figura de Jesús de Polanco, aprovecha su retorno a casa para ejercer como mantenedor de las Fiestas de Los Silos en un acto que tendrá lugar este sábado. "La vida es dura y escribir En la huerta de Pulsera no ha supuesto ningún sacrificio que fuera más allá del dolor de saber que a ella se le estaba acabando la vida. Es interesante transitar por esa curva en la que no sabes dónde termina la felicidad y comienza la pena", concluye.