Matías Marré, integrante de Atempo Circ, tiene claro que el juego es una realidad paralela y este grupo está resuelto a demostrar esta afirmación con el espectáculo JOC que se podrá disfrutar mañana, sábado, en la sexta edición de Circundando, a partir de las 21:30 en la explanada del muelle viejo de Garachico.

Con 10 años de trayectoria, los integrantes de Atempo Circ proceden de diferentes mundos del arte, unos artistas versátiles pero con un nexo común: el circo, ámbito en el que actualmente cualquiera puede formarse. Por eso, tienen claro que a día de hoy el artista de circo se hace. Ya quedaron atrás aquellos años en los que para ser artista de circo había que nacerse en el seno de una familia circense.

¿Cómo nace Atempo Circ?

Lo fundamos cuatro personas en 2009, tres artistas de circo y un músico. Cada uno, a su vez, venía con diferentes influencias. Yo, por ejemplo, también he hecho danza contemporánea. Con todo esto en la mochila surgió la oportunidad de hacer cosas a nuestra manera y Atempo se llamó nuestro primer espectáculo.

¿Estos 10 años de trayectoria han sido difíciles?

No usaría la palabra difícil. Ha habido de todo. Como en toda relación larga, ha habido alegrías y también penurias. La realidad es que cada espectáculo es un universo y por eso brinda diferentes emociones.

¿Qué destacaría de esta década en lo profesional?

Creo que la voluntad que hemos mantenido siempre en cuanto a proponer y no mantenernos en una misma firma. Vivimos hasta dónde somos capaces de llegar y no nos acomodamos. Cada una de nuestras propuestas es muy diferente entre sí y eso nos obliga a probarnos, tanto en espectáculos de sala como de calle. Siempre está el espíritu innovador y de cuestionarnos a nosotros con la herramienta que supone el cuerpo para un artista de circo.

¿Qué va a encontrarse el público en JOC?

Joc significa juego en catalán. Es una mezcla de circo con danza contemporánea. A través del cuerpo y de las energías realizamos un recorrido por las diferentes emociones que provoca el juego. La base es el circo y esperamos que el público se emocione de muchasmaneras. En el juego puede pasar de todo, desde el drama al humor o la reflexión.

¿Cuánta versatilidad debe tener un artista para participar en un espectáculo así?

Lo bastante para alcanzar el nivel de exploración propia de la técnica del circo. También somos bailarines y a partir de estos dos ejes surge la versatilidad, que está en jugar y en exponer todas tus herramientas y conocimientos. Puede parecer extraño, pero lo cierto es que la versatilidad es tener confianza en uno mismo muchas veces. Y eso se gana trabajando juntos durante mucho tiempo. Ahí también entra la complicidad que hace superar lo técnico.

El espectáculo se basa en el juego, ¿pero como una manera de evadirse de la realidad?

Sí o también de habitar una realidad paralela. Todo juego tiene unas reglas y debe existir también la voluntad de habitar algo paralelo y alejarse de lo cotidiano. El juego es simple, pero se convierte en otro universo gracias a la propuesta de habitar otra realidad. Más que evadirse creo que el juego es eso, una manera de estar en una dimensión paralela.

Los adultos dejamos de jugar porque se supone que no nos corresponde. ¿Es necesario que lo hagamos?

No creo que dejemos de jugar, sino que le damos menos valor. Tenemos pensamientos más pragmáticos pero una manera de jugar también puede ser relativizar una situación. Jugamos en muchos aspectos de la vida. El juego es un estado en el que caben todas las pulsiones y en gran parte depende de cada uno. Jugando se aprende mejor, se canta mejor, se hace todo mejor. No dejemos de jugar, es fundamental para crecer.

El artista de circo, ¿nace o se hace?

Actualmente se hace, por supuesto. Existen escuelas de circo por lo que se entiende que se puede estudiar. Hace 15 o 20 años esto no era posible. El concepto de artista de circo se relacionaba con otros como bohemio, familia y hasta con los bajos fondos o algo oscuro. Ahora mismo el circo no se relaciona solo con la carpa, la familia y los animales. Cualquier motivo puede servirte para dedicarte a este mundo. Descubres que tienes una habilidad, como hacer malabares con tres manzanas, y puedes decidir investigar más, alimentar ese impulso y dedicarte al mundo circense. Hace 20 años se nacía pero ahora mismo hay propuestas mixtas, se integran otras disciplinas y en otro tipo de espectáculos. El circo es un lenguaje más.

Dentro de Circundando impartirá un taller de circo-danza, ¿qué trasladará al alumnado?

Sobre todo me gustaría abrir la relación entre la danza y el circo, hacerla más cercana. Hay que entender el trabajo con el cuerpo y mezclar, y hacer uso de ello de acuerdo a las posibilidades de cada uno. Al tratarse del cuerpo y el movimiento se dan posibilidades más ricas y divertidas.

¿Qué espera de esta cita en Garachico?

Pues estoy contento de volver a Tenerife. Estuve aquí hace 15 años y la verdad es que estamos abiertos a sorprendernos. Hay ganas de ver a la gente y al público.