El director Paco Plaza dirige Quien a hierro mata, un thriller sobre el narcotráfico en Galicia que se estrena este viernes, 30 de agosto, y con el que el cineasta reconoce que, "dependiendo del punto de vista que se adopte, se puede llegar a empatizar con un capo de los narcos".

"Lo que me interesa de esta película es que el bueno hace cosas terribles y el malo es muy frágil: al final, nadie es tan bueno ni tan malo. Depende del punto de vista que adoptes, puedes empatizar con un capo narco y desear que a un enfermero que es un ángel de la guarda le salgan mal sus planes", ha señalado en una entrevista con Europa Press el director.

Plaza deja por un momento el cine de terror para rodar un thriller con estructura de "tragedia griega", en el que la familia ocupa un lugar central. "En realidad habla de conflictos personales, no tan alejados de una tragedia de Sófocles o del Rey Lear e incluso elementos del fátum lorquiano, con ese destino trágico que está por encima de la voluntad de los que intervienen", ha señalado.

En la cinta, Luis Tosar da vida al enfermero Mario, que está a punto de ser padre junto a su mujer Julia (María Vázquez). La llegada al centro en el que trabaja del jefe del clan de los Padín, con una enfermedad degenerativa, dará un vuelco a su vida.

Tosar ha reconocido que el mundo de los 'narcos' ofrece "un material interminable" para la ficción, porque "hay muchos ángulos desde los que mirar". "Han sido décadas de azote en el caso de Galicia, que en algunos casos ha dado cosas costumbristas y graciosas, pero también ha dejado un rastro de desgracia muy potente", ha señalado el actor, quien no obstante cree que Quien a hierro mata "huye de la glamourización" de este mundo.

No obstante, Plaza ha apuntado al "atractivo" que pueden llegar a desprender los delincuentes y "los que viven fuera de la norma". "Cuando eres pequeño y juegas, todo el mundo quiere ser ladrón, nadie juega a poner multas de tráfico en el patio del colegio. Desde Adán y Eva nos gusta romper los tabúes y todos sentimos el estímulo de lo prohibido", ha añadido.

Pese a que en la película la violencia recae principalmente en personajes masculinos, el director rechaza que "la violencia sea patrimonio de un género o de otro". "Siempre se atribuye a los hombres valores como la energía y a las mujeres la sensibilidad, pero eso son patrañas. Es un error catalogar la violencia vinculada a un género", ha señalado.

Preguntados sobre si creen en el 'ojo por ojo', ambos rechazan esa posibilidad que "lleva a destruirse a uno mismo". "Cuando odias a alguien es una buena oportunidad para autoanalizarte".