Cientos de músicos de muchas generaciones de araferos han sustentado con su esfuerzo y su amor a la música a la Sociedad Filarmónica Nivaria de Arafo, que casi lleva en la brecha ciento sesenta años. Esta veterana formación vivirá hoy, a partir de las 13:00 horas, uno de los momentos estelares de su existente, el concierto extraordinario que acostumbran ofrecer con motivo de las fiestas patronales de la localidad, que se celebrará en el Centro Cultural y de Recreo Villa de Arafo.

Este año cuentan, como en otros ocasiones, con un director invitado de excepción, el compositor murciano José Alberto Pina (Ferrer Ferrán y Óscar Navarro fueron los anteriores), que conducirá a la banda en la segunda parte de la audición, en la que interpretarán dos obras suyas, Pompeii y The Ghost Ship (El barco fantasma).

La primera parte del recital se desarrollará bajo la batuta del director titular de Nivaria, Miguel Ángel Expósito Marrero, que abordará el pasodoble Daniel Gómez de los Angeles, de Sergi Pastor, y Spotlights, de Thomas Doss, pieza en la que también intervendrá Iberian Quartet.

Cien músicos de la Sociedad Filarmónica Nivaria darán la nota en este especial evento, en el que volverán a demostrar el alto nivel que caracteriza a este colectivo, siempre volcado en ofrecer lo mejor de cada uno de sus miembros, además de los ciento veinte alumnos que se preparan en la escuela para en un futuro poder engrosar sus diferentes secciones.

"Hay gente de todas las edades. El más joven tendrá once años, como Dani, que toca el bombardino, y el más veterano es Roberto García, que toca el clarinete y creo que tiene 74 años", matizó Expósito, quien se siente muy feliz por dirigir a esta excelente agrupación, un referente en Canarias.

El repertorio que defiende esta formación es amplio y variado y se adapta al tipo de público que le escuche, desde composiciones específicas para bandas hasta transcripciones de obras clásicas y zarzuela adaptadas, bandas sonoras de películas, pasodobles o marchas procesionales.

"Tiene una trayectoria muy extensa, más de siglo y medio. Siempre ha marcado un nivel bastante importante musicalmente hablando en Canarias. Esta muy consolidada tras casi ciento sesenta años de funcionamiento ininterrumpido. Hay gente mayor, pero también un índice bastante importante de titulados superiores de conservatorio y quieras o no nos ha hecho subir cada vez más el nivel y el listón de su categoría".

La clave de este éxito radica en el ambiente que se respira en el grupo. "Se ha convertido en algo más que un grupo de amigos, es como una gran familia. Hay un ambiente genial para poder trabajar y una predisposición total de todos los músicos. Todos estamos a una cuando tenemos que sacrificarnos y ensayar muchísimo como ahora para preparar el concierto. Siempre hay alegría y buen rollo a la hora de afrontar proyectos como este y eso es vital para que salgan adelante", matizó.

El gusto por la música, que corre por las venas de la mayoría de los araferos, es una herencia que ha pasado de generación en generación entre los componentes de Nivaria. "Hice mi carrera de percusión en el conservatorio y mi afición me viene de mi abuelo, que tocaba la tuba en la banda. Me inculcó el amor por ella y para que siguiera la tradición familiar", confesó Expósito.

Si levantara la cabeza Luis Otazo, fundador de lo que fue el germen de lo que hoy es Nivaria, se sentiría muy satisfecho de lo que consiguió: músicos de dieciocho quilates.