El dúo formado por el grancanario Iván Monagas y su pareja Ángela López, ha conseguido alcanzar la cúspide en el panaroma nacional del sector audiovisual de bodas. Entre ellas, se encuentran los enlaces entre Sergio Ramos y Pilar Rubio, y la de Pelayo Díaz con Andy McDougall. El éxito de su trabajo reside en el vínculo que establecen antes del enlace con las parejas, clave para conocer gustos y límites. Para ello, crean vídeos con una edición muy fuerte y escenas bastante potentes.

En el sector audiovisual lleva trabajando hace bastantes años pero, ¿qué le llevó a enfocarse en las bodas?

En mi familia, mis padres fueron fotógrafos de boda y desde pequeño tuve cámaras a mi alcance. Siempre estuvo en casa esa ramita creativa, por así decirlo. Así que a pesar de mi apariencia con muchos tatuajes y demás, soy una persona muy sentimental, que llora con mucha facilidad; y de todos los trabajos que hemos realizado, cuando probé el tema de las bodas fue algo que me llenó muchísimo.

Junto con su pareja sentimental y laboral, Ángela López, se encarga de capturar no más de 15 bodas al año, ¿cómo trabajan como equipo?

No podemos hacer más de ese número, porque no solo hacemos fotos y vídeos, sino que nuestra esencia es elaborar ideas creativas para las pre-bodas. Lo normal es pasar el previo de la boda en unas 2 horas yéndote, por ejemplo, a las Dunas de Maspalomas y ya está. Nosotros no, casi todas las parejas que nos contratan vienen desde fuera y se pasan de 2 a 3 días con nosotros. Por lo tanto, creamos un vínculo y una conexión increíble con ellos. Y eso se nota, porque una vez en la boda, ya hemos roto esa barrera entre ellos y la cámara. Tratamos de quitar esa etiqueta de proveedor, cambiándola por la de amistad y de vínculo. Una vez tenemos su confianza, ellos se abren y acabamos la mayor parte de las veces emocionados y llorando, en muchas de las prácticas que hacemos o shootings, en los que siempre disparamos con música.

Su trabajo se basa en vídeos cortos y muy potentes. ¿Cómo consigue captar esos instantes?

He llegado a la conclusión, que no por tener más se abarca más, ya que es todo lo contrario. Dado que al fin y al cabo, en la sencillez está la clave. No grabamos la boda completa, sin interrupciones. Hacemos clips de espacios cortos de tiempo que nos permiten realizar un montaje final mucho más innovador y dinámico. Nuestra edición es muy rápida, capturando muchas escenas y para ello, no necesitamos grandes equipos, sino una buena cámara que esté estabilizada, una grabadora de sonido, baterías y estar atentos. Una edición muy fuerte y que se basa en escenas muy potentes.

A nivel mediático, se hicieron más conocidos el año pasado tras la boda de Pelayo Díaz y Andy McDougall. ¿Qué supuso para ustedes?

Nosotros llevábamos tiempo queriendo trabajar con La Puta Suegra, dado que en el sector se dedican a hacer bodas increíbles y originales. Y justamente nos llamaron para decirnos que tenían esta boda tan especial. Era la primera que hacíamos con la presencia de tantos famosos y los nervios eran enormes. En el clip previo de la boda, grabado principalmente en las Cañadas del Teide, utilizamos los espejos, porque era algo muy fiel a ellos, a la moda, al reflejo de cada uno y fue todo un éxito. Salió en diversos medios y la gente se sorprendió de que se pudiesen hacer pre-bodas así, de esa forma. Y eso es lo que intentamos inculcar, porqué no, hay gente que cuando planean casarse, no son tan convencionales o clásicos y buscan algo muy diferente. Y en este caso, esta pareja lo era, su boda también lo fue y necesitaban tener algo afín a ellos. A lo mejor esa idea con otro dúo no hubiese funcionado, por lo que ahí se encuentra la importancia de nuestra exploración previa, la cual nos permite dar de lleno con cada uno de ellos.

En una boda tan mediática, llena de rostros conocidos, ¿hay alguna anécdota que se pueda contar??

Ese día, ya tenía bastante confianza y amistad con Pelayo Díaz, gracias al vínculo que habíamos forjado desde Tenerife. Y en los momentos previos a la boda, mientras se encontraban preparándose lo noté un poco tenso, porque algunos invitados estaban por allí debido a que no encontraban el camino. Conseguí resolver la situación explicándoles por dónde tenían que ir y ya después de eso, los demás profesionales me explicaron que una de esas invitadas era Mónica Cruz y por eso, todos ellos se habían quedado en stand-by.

Dicho evento les abrió las puertas a otros proyectos, entre ellos la boda de Sergio Ramos y Pilar Rubio, ¿ qué significó para ustedes el ser los encargados de capturar el enlace?

Yo no soy mucho de fútbol pero como pareja, ambos nos sentimos muy identificados con ellos, por su forma de ser tan rockera y cañera. Y cuando conocimos la noticia fue increíble para nosotros, porque encima nos eligieron desde el principio porque les gustaba nuestro trabajo. A nivel emocional, nos encontrábamos muy tranquilos y fue dejarnos llevar. Teníamos todo cerrado desde hacía tiempo y queríamos simplemente que llegara el día. Ambos quedaron muy contentos con el resultado final y para nosotros fue todo un orgullo y un privilegio.