La defensa de la naturaleza es el motivo central que ha unido los talentos creativos de los ocho artistas que participan en la colectiva Mundo y Naturaleza. Arte y Medio Ambiente, que se desarrolla hasta el próximo 29 de agosto en la sala MAC (Mutua de Accidentes de Canarias) en Santa Cruz de Tenerife.

Esta iniciativa, que reúne unas cuarenta obras, algunas de gran formato, ha sido promovida por la pintora madrileña residente en Tenerife desde hace más de tres décadas Ángela de la Garma, quien despertó el interés de otros siete artistas, los tinerfeños Conrado Díaz Ruiz, Fran de Miguel, Juan Antonio Hernández, Patrón Chico, y Amelia Pisaca, además del japonés Paul Hamanaka, la noruega Julia Pelikhova y el ruso Wanja Surikov.

Esta muestra, ambientada con el trinar de unos pajarillos como música de fondo, destaca por la variedad de estilos y temáticas, aunque predominan los tonos suaves, que definen la impronta de cada uno de los participantes, cuyos trabajos hablan de alguna forma de la naturaleza, de su belleza, de la necesidad de respetarla y defenderla ante las agresiones del ser humano. Fred. Olsen ha editado un catálogo sobre la exposición.

Como aseguró Ángela de la Garma, "es una mutua colaboración por la defensa de nuestros derechos ante la alarmante pérdida de la biodiversidad que afecta directamente a las condiciones de vida de millones de personas", mensaje compartido por la asociación WWF Adena, benefactor de esta colectiva que se puede visitar hasta el próximo 29 de agosto, de lunes a viernes desde las 08:00 hasta las 20:00 horas.

Garma también apuntó que "todos hemos querido poner nuestro granito de arena para exaltar a la naturaleza. Somos un grupo de pintores licenciados que nos solemos reunir de vez en cuando y hacemos exposiciones. Hace unos años hicimos otra, 7x7, dedicada también a la naturaleza. En esta ocasión somos ocho y hemos querido reunir cuadros de diferentes estilos sobre la defensa del medio ambiente", matizó.

La artista chicharrera Amelia Pisaca colabora con ocho piezas, una de ellas un tríptico, titulado Liberté, Égalité, Fraternité. Invaden el mundo por tierra, mar y aire expulsando a los demonios, el díptico Nacimiento de Venus y otro denominado Atlántida estudio, además de cuatro dibujos a grafito, que son apuntes preparatorios para llevarlos a un formato mayor.

Pisaca, que ha vivido en Italia y Suiza, trabaja normalmente con grandes formatos, también hace murales, para realizar unas propuestas cargadas de fantasía, un mundo onírico habitado por seres en proceso de transformación o metamorfosis, cúpulas muy barrocas, animales, árboles, plantas y otros elementos de la naturaleza que habitan en un paraíso muy particular.

Es muy detallista y se caracteriza por sus continuos guiños al surrealismo que derivan en la creación de una serie de paraísos muy imaginativos. Las técnicas que utiliza son acrílico sobre lienzo y dibujos a grafito con retoque digital, además de aerógrafo.

Ángela de la Garma, promotora de varios colectivos artísticos como Kaleidoscopio y Radiante, presenta cuatro acrílicos sobre lienzo, retratos de personas que representan las cuatro estaciones, primavera, verano, otoño e invierno. Lleva muchos años dedicada a pintar temas relacionados directamente con la naturaleza, para las que utiliza el acrílico, a veces con algunos toques de óleo, aunque su especialidad es el retrato en todas sus variantes.

El pintor tinerfeño Conrado Díaz cuelga en la sala MAC tres obras de diferente formato, realizadas con técnica mixta, con los títulos Visión lejana (30x 46 centímetros), Epílogo de una fiesta (50 x 40 centímetros) y Dos orillas (199 x 137 centímetros). Demuestra su inclinación por la escenografías y la decoración, además de ser también muralista. A nivel técnico, utiliza como base el acrílico, además de técnicas mixtas y barniz epoxi sobre tabla. Su estilo es conceptual con cierto aire surrealista.

De Miguel aporta cuatro acrílicos sobre lienzo, en los que evoca su visión cósmica de las Islas , entre las que navega una nave, con títulos como Hombres del norte de cabotaje entre islas cósmicas y Hombres del Norte descubriendo más mundos.

Este artista, que fabrica sus propias pinturas con la idea de conseguir unos cromatismos y unas texturas determinadas, destaca por la originalidad y la creatividad que define su poética casi mística, con una temática que se puede inscribir en el realismo mágico o fantástico.

El lagunero Juan Antonio Hernández, Patrón Chico, herrero de profesión, está representado por dos esculturas realizadas con acero corten e inoxidable, la titulada Atracción pixel y hierro, acero galvanizado y resina la denominada La conciencia de la escasez. Las dos son figurativas y representan un busto de un adulto poblado de mariposas sobre una peana y otra de un niño sin brazos ni rostro metido en una especie de palangana metálica.

El japonés Paul Hamanaka presenta media docena de propuestas realizadas con técnica mixta, acrílico con madera, espuma de goma, alambre de espino, hojas y otros elementos de la naturaleza con los que construye una especie de escultopinturas-instalación.

Su trabajo, cargado de mensajes llenos de ironía y en ocasiones bastante desgarradores, es un combinado de pinturas ensambladas con objetos reales que recoge de su entorno, como un tronco de árbol, lonas, o dos manos de plástico, en una de las cuales ha colocado un pájaro muerto, entre otros elementos que introduce en sus instalaciones.

Es muy conceptual y describe la crueldad o la fragilidad de la vida con títulos como Hacia la noche estrellada, Un día de verano, Vida o Último grito de Saguaro, un cactus agujereado al que se agarran unas manos metálicas, una de ellas con un amenzante cuchillo.

El ruso Wanja Surikov, que vive a caballo entre Tenerife y Moscú, muestra un cuadro de grandes dimensiones, Artista del mundo, acrílico, óleo y pan de oro sobre lienzo, con unas dimensiones de 195 x 146 centímetros.

Una de sus fuentes de inspiración es el misticismo de la iconografía rusa y el arte bizantino, muy dados a utilizar el pan de oro en sus composiciones, con figuras bidimensionales, sin profundidad y la utilización de colores casi planos.

Por su parte, la noruega Julia Pelikova, que reside en la localidad gomera de Vallehermoso, incluye media docena de acrílicos sobre lienzo con títulos como Planeta gomera, La Paloma, Los eterno y el temporal, Nacimiento de un nuevo sol y el tríptico Gamajun.

Esta pintora e ilustradora realiza composiciones que evocan figuras humanas integradas en una serie de paisajes fantásticos en los que comparten protagonismo distintos personajes (hombres, mujeres y niños, músicos y bailarinas), pájaros, el sol, la luna y flores, entre otros 'habitantes' de ese peculiar mundo de sueños en el que se superponen y mezclan unos con otros en feliz y singular armonía.