Asegura ser igual de gamberro que siempre, pero lo cierto es que Santiago Segura (Madrid, 1965) es capaz de moldear su mente, poliédrica y ávida, para construir humor desde cualquier vertiente de la vida, por muy cotidiana que ésta parezca. Así lo demuestra en 'Padre no hay más que uno', su primera comedia familiar y pensada para todos los públicos, en la que además rueda por primera vez junto a sus hijas: Calma, de 11 años, y Sirena, de 5, y otros tres hijos ficticios.

¿Estrena su primera comedia familiar, ¿por qué ha querido abordar esta temática?

Siempre había soñado con hacer una comedia familiar, también con hacer una comedia romántica y, sobre todo, con hacer una comedia musical. Está bien ir cumpliendo los sueños... que cada vez nos va quedando menos tiempo.

¿Cómo ha sido trabajar con sus dos hijas de verdad?

Una maravilla. Amo profundamente a mis hijas y poder estar todo el día junto a ellas ha sido un regalo. Encima actúan mejor que yo, aunque reconozco que eso no es tan difícil.

¿No tiene miedo de que se quieran dedicar al mundo del celuloide, como su padre?

A la mayor la veo más juiciosa y ya ha dicho que está encantada con la experiencia pero que ella quiere ser médico. La pequeña sí me da más miedo, porque la veo bastante más disparatada, además tiene cierta alergia al colegio, en eso me recuerda a mí.

Interpreta a un marido en apuros que tiene que cuidar de sus cinco hijos después de que su mujer se coja vacaciones, ¿cualquier similitud con su día a día es pura coincidencia o es fiel reflejo de la realidad?

Hay muchas cosas del día a día y muchas cosas de otros día a día de otros padres y madres. Queríamos que todo el mundo se viese reflejado y mi coguionista, Marta González de Vega, además de su humor punzante y certero, utilizó sus dotes de investigadora entrevistándose con varias familia allegadas, para darle un acabado de verdad a nuestra farsa.

¿Se ha inspirado también en su padre de alguna forma?

Mi padre tenía un humor seco, socarrón, un poco cortante... quizás he cogido un poco de él para la comedia, y luego un poco de mi madre también, para la ternura.

¿Qué aprendió de él en su faceta como padre? ¿Siguió alguno de sus consejos?

Nunca me dio ningún consejo sobre paternidad, y ahora que lo pienso sobre ninguna otra cosa. Mi padre no era mucho de dar consejos.

¿Confiesa haber leído algún libro para ser buen padre?

Confieso que varios y también confieso no haberlos terminado, especialmente al ver que algunos ofrecían visiones contradictorias del asunto.

A las mujeres siempre se les pregunta "¿es difícil ejercer de madre y tener una carrera de éxito?" ¿Le habían hecho esta pregunta?

Jamás de los jamases.

En su anterior filme, Sin rodeos, abordaba, también en tono de humor, el machismo de la sociedad actual, ¿se considera feminista?

Desde que tengo uso de razón. Como cualquier persona de bien. La mujer tiene exactamente los mismos derechos que el hombre. Es cierto que ahora me he dado cuenta de que está muy bien ser feminista, pero es mejor ser feminista activo. ¿Qué quiere decir esto? Que es justo pensar que una mujer debe de cobrar, por el mismo trabajo, el mismo sueldo que un hombre, pero si ves que eso no sucede debes denunciarlo y poner de tu parte para que no suceda, y así con todo. Es la asignatura pendiente de los hombres que marcará la diferencia.

¿Cree que sigue habiendo muchos Torrentes en España a día de hoy?

A patadas. Es sorprendente, hace dos décadas, cuando hice la película, pensé que era como los osos panda, una especie al borde de la extinción. Me equivocaba.

¿Qué les diría a quienes no entienden la saga de Torrente como una sátira crítica de la España más cañí?

Ya lo he dicho muchas veces, yo soy cineasta, no soy pedagogo, ni educador. Cada uno tiene su, muy respetable, visión de las cosas (y el sentido del humor que le tocó en el reparto con el resto de sentidos).

¿Le han visto tus hijas en todas tus películas o algunas, como las de Torrente, se las tiene prohibida por el momento? ¿Qué les parecen?

La mayor nunca ha mostrado el más mínimo interés por mi cine. En cambio, la pequeña ¡está empeñada en que le ponga Torrente! Por supuesto me niego, son películas para adultos.

¿Con el paso del tiempo ha pasado a ser menos gamberro y en cambio tiene más compromiso social?

Me da vergüenza reconocer que creo que he cambiado poquísimo, sigo siendo un gamberro con un punto de compromiso social, quizá sea, eso sí, un poco más prudente (más que nada por las hostias que me he llevado).

¿Cree en el poder de la comedia por encima de todo?

Creo en la comedia por encima de todo, en cambio cada vez creo menos en el poder.