Eduardo Teddy Bautista, que estuvo en la SGAE durante 34 años y presidió su Consejo de Dirección entre 1995 y 2011, cuando la Guardia Civil le detuvo en el marco de la operación Saga, volvió este jueves a la entidad para participar en la primera junta directiva celebrada tras la asamblea general celebrada en junio.

Bautista, según confirmaron fuentes de la junta directiva, se incorporó al máximo órgano rector de la Sociedad General de Autores y Editores tras aceptar sustituir al músico Fernando Illán, (del colegio de Pequeño Derecho), quien presentó su dimisión el pasado mes de junio.

Así, el músico canario vuelve a esta casa de la que salió hace ocho años tras ser detenido en el marco de la operación Saga, acusado de apropiación indebida o, alternativamente, de administración desleal, delito por el que el fiscal pidió una condena de siete años, aunque aún no hay fecha fijada para la celebración del juicio.

Según afirmó la presidenta de la SGAE, Pilar Jurado, Bautista "está en su derecho" y "todo lo que puedo hacer" es recibirle "con toda la amabilidad, como le corresponde a la presidenta" de la SGAE.

La Junta Directiva acordó convocar una nueva Asamblea General el próximo 3 de octubre, en la que someterá a votación de los socios una nueva propuesta de Estatutos de la sociedad, necesarios para adaptar la SGAE a la nueva Ley de Propiedad Intelectual que entró en vigor desde el pasado mes de marzo.

Según informó la entidad, esta convocatoria se produce después de que la última propuesta de reforma de los Estatutos se quedara "muy cerca de su aprobación definitiva" en la última Asamblea General celebrada el pasado mes de junio.

En aquella Asamblea, un 62,8% de los socios votaron a favor, 3 puntos por debajo del 66,6% necesario para su ratificación.

En este sentido hay fuentes que apuntan que la presidenta de la SGAE, Pilar Jurado, ya está trabajando con el Grupo de Trabajo de Estatutos y Reglamento, para definir la redacción de la normativa estatutaria que genere los mayores consensos internos, a la vez que permita adoptar los "más exigentes estándares de transparencia y supervisión".