Miguel Cabral de Noroña es, sin lugar a dudas, un personaje sencillamente singular. Liberal exaltado, enemigo acérrimo del colonialismo, autor de un sermón contra la conquista de Canarias y la de América, llegó a ser procesado por la Inquisición.

Este fraile franciscano fue redactor del periódico Duende Político en el Cádiz de las Cortes; refugiado en Estados Unidos, donde intentó publicar un rotativo y trabajó como espía y empleado de la representación diplomática española; fue encarcelado por su oposición a la Junta Suprema de La Laguna y a los planes del sector hegemónico de la élite tinerfeña; editó en Londres un periódico fernandino contra la independencia de América...

Su personalidad no pasó nunca desapercibida en aquellos lugares donde residió, y su actitud y comportamiento revelan la mentalidad de un liberal afanado en destruir los prejuicios tradicionales del Antiguo Régimen, mientras su carácter constituye un fiel retrato del ambiente de una sociedad en cambio, agrietada por las nuevas ideas revolucionarias.

El doctor en Historia y catedrático de Historia de América de la Universidad de La Laguna, Manuel Hernández González, ha llevado a las páginas de un libro, titulado Del cielo al infierno. Miguel Cabral de Noroña. Vida y obra de un eclesiástico filomasón, las andanzas de este madeirense, fraile franciscano y amante de componer versos satíricos.

Refiere el catedrático que el citado personaje se asentó en "el Puerto de la Cruz, donde montó una Academia de Ciencias, pero las autoridades eclesiásticas le hicieron la vida imposible y tuvo que cerrarla". Él se tomó cumplida venganza en la figura del Provincial de la orden, "enviándole una orden regia, donde lo llamaba por su apodo, Cagandando, en la que se hacía pasar por obispo de Madagascar". Se enteraron del bulo, claro, "pero al superior le dio un soponcio y falleció".

Su propósito era obtener una capellanía "y la consiguió a través de una aristócrata de Garachico, Catalina Prieto del Hoyo".

El tal Miguel Cabral era una persona muy culta y con un profundo sentido satírico y burlesco. Valga como ejemplo, comenta el autor del libro, "cuando en 1805, en La Laguna y delante del Capitán General, con ocasión del día de San Cristóbal, pronunció un sermón en contra de la conquista de Canarias y también de América".

Aquello provocó un enorme follón, fue procesado por la Santa Inquisición y se generó un debate tremendo. "Alonso de Nava pagó a las imprentas para que no se publicara, él se alió con sectores liberales y quisieron echarlo de Tenerife, pero en ese momento sobrevino la invasión napoleónica y la Guerra de Independencia".

Cuando se crea la Junta Suprema de la Laguna, se enfrenta a ella y hasta llega a promulgar un manifiesto. "Lo llevaron preso a Cádiz, donde montó un diario liberal radical que hablaba de la independencia de América en el que se sostenía que los americanos debían ser tratados igual que los españoles".

Era un periódico tan radical, que antes de que lo metieran en prisión "huyó rumbo a Filadelfia, donde vivirá entre 1811 y 1819".

Al tomar tierra quiso montar un periódico, "pero la idea no cuajó y empieza a pasar hambre. Entonces, el embajador español le ofrece dinero para que trabajara con él como espía, elaborando informes y escritos", pero al mismo tiempo, fiel a sus ideas, "escribe sobre la masonería en general".

Miguel Cabral quería retornar a Canarias, pero le prohibieron salir de EEUU, "hasta que en 1819, Fernando VII le encarga editar en Londres un periódico en contra de la independencia de América" y allí acude, lo monta "pero es capaz de decirle al propio monarca que si no hacía un periódico de corte liberal, fracasaría".

Cuando en 1820 se proclama en España el régimen liberal se traslada a Madrid, trabaja en la Secretaría de Estado y allí muere.

Manuel Hernández González es doctor en Historia y catedrático de Historia de América de la ULL. Miembro de las Academias de la Historia de Cuba , Venezuela y República Dominicana ha sido coordinador del Centro de Documentación de Canarias y América y profesor invitado y becario postdoctoral de la Universidad de Johns Hopkins de Baltimore. Ha publicado más de sesenta libros, treinta ediciones críticas de libros de viajes y textos políticos y más de un centenar de artículos en revistas científicas. Ha ganado seis premios de investigación histórica.

Entre ellos destacan Los Canarios en la Venezuela colonial (1670-1810), Fiestas y creencias en Canarias en la Edad Moderna, Francisco de Miranda y su ruptura con España, Mujer y vida cotidiana en Canarias en el siglo XVIII, El sur dominicano. Cambio social y transformaciones Económicas (1670- 1795), Liberalismo, masonería y cuestión nacional en Cuba (1808- 1823), El Coliseo, el primer teatro de La Habana (1775-1793) y La Guerra a muerte. Bolívar y la campaña admirable (1813-1814).