Calor meteorológico y humano se percibían desde la media tarde de ayer en el Puerto de Tazacorte. Cerca de diez mil personas, según datos de la organización, se congregaron en el recinto bagañete para disfrutar del rico cartel de artistas de un macroconcierto que está, sin duda, a la altura de las mejores citas musicales del país.

Con el arcoíris como bandera común, La Palma Isla Bonita Love Festival volvió a reivindicar desde la música la diversidad y la integración, el orgullo y el respeto.

El tinerfeño Agoney, un triunfito, fue el primero en subir al escenario con el compromiso de empezar a calentar el ambiente, ya de por sí elevado. Y lo hizo a ritmo de show, aupado por su tema Quizás, que suena de verdad cuando toma el micrófono y mira de cara al público.

A continuación, de impoluto blanco, la mítica Mónica Naranjo, sin red, se subió al escenario después de una ausencia de cuatro años, anunciando así el comienzo de su inminente gira Rennaidance. Y se paseó por el pasado con sus temas de siempre despertando los aplausos de un público ya entregado que coreaba letras conocidas. Como colofón cantó a dúo con Agoney todo un himno y acaso una declaración de intenciones: Sobreviviré.

Pero las pulsaciones crecieron, y de qué manera, con la aparición de Carlos Rivera, que rompió moldes. Su puesta en escena, con caderas cimbreantes y una factura sensual, ratificó que vino a la Isla no para hacer turismo sino para dar guerra y que, sin duda, Tazacorte acogió ayer un directo del que puede considerarse al actual número 1 del pop latino.

Ya la noche había caído sobre el Puerto de Tazacorte cuando la norteamericana Laura Pergolizzi, conocida como LP, hizo gala de su condición de cantante y compositora LGTBI de moda.

Con un estilo particular, la de Long Island mostró en La Palma detalles de un espectáculo que va a girar por ciudades de todo el mundo y que canta a la integración social de estos colectivos.

Antes de que el reloj marcara las once de la noche, Prince Royce regaló los ritmos siempre calientes de la bachata y, en adelante, la madrugada se tiñó romántica con Pablo López, se vino arriba con Fangoria y lanzó un sonido al futuro con el Dj Brian Criss.