El refranero popular dice: "Fruta y camino diario para ser centenario". Otra consejo reza: "Cuando florece el melocotón, el día y la noche de un tenor son", es decir, en los días de más luz, de mayo a septiembre, es la mejor temporada para consumir este fruto de hueso con piel de terciopelo, carne dulce ligeramente ácida y saludable, una auténtica estrella del verano con numerosas propiedades beneficiosas.

Más de un 80% de su composición es agua. Cien gramos de melocotón aportan solo 39 calorías. Son ricos en minerales y proporcionan calcio, potasio, fósforo, hierro y manganeso. También fibra y flavonoides. Además contienen vitaminas A, B1, B2, B6 y C y E. La combinación de nutrientes que se concentran en la pulpa y la piel de esta rica fruta le otorga valiosas propiedades digestivas, diuréticas y antioxidantes.

El Prunus persica es el fruto del melocotonero, una drupa típica, de pulpa carnosa con un hueso duro en el centro. Y a pesar de su nombre en latín, el árbol no procede de Persia, sino de China septentrional. Ya era conocido en el tercer milenio antes de Cristo y considerado símbolo de fecundidad. También aparece de forma recurrente en la poesía y en el arte chinos como seña de inmortalidad. Llegó a Europa a través de las rutas comerciales y desde aquí se extendió a América. Fue introducido en Roma en los días de Augusto, donde se distribuyó por todo Occidente.

La producción mundial se concentra en países como China, Estados Unidos, Italia, Grecia, España, Francia o Turquía. En nuestro país las zonas en las que más se cultiva son Murcia, Extremadura, Cataluña, Aragón, Andalucía y la Comunidad Valenciana. Existe una variedad, la de Calanda, considerada por muchos como la mejor del mundo por sus cualidades: es más voluminoso y carnoso que el resto y por su sabor y dulzura.

Se pueden tomar frescos, en almíbar, en macedonias y en todo tipo de postres. También es posible hacer sorbetes, helados, salsas o dejarlos secar para hacer orejones. Este manjar aterciopelado tiene variedades como el de pulpa blanca o amarilla y parientes cercanos como el peladillo o el paraguayo, muy cultivados en España. Con melocotón se elabora el conocido postre Pêche Melba, típico de la cocina francesa, creado por el cocinero francés Auguste Escoffier en 1892 en honor de la cantante de ópera Nellie Melba.