Sube el telón y, de repente, el espectador viaja atrás en el tiempo. Casi es como volver a 1957, prácticamente se puede acariciar el encanto de los grandes espectáculos musicales que nacieron en Broadway y que aún hoy siguen haciendo disfrutar al público de todo el planeta. Ayer tuvo lugar el estreno de West Side Story en el Auditorio de Tenerife con la versión original, tal y como se pudo ver hace 62 años. Más de seis décadas de vida y la historia de Tony y María, la rivalidad entre los Jets y los Sharks, sigue erizando vellos y removiendo emociones. No es de extrañar ya que es, básicamente, el relato del amor inmortal entre Romeo y Julieta.

West Side Story permanecerá en el Auditorio hasta mañana sábado y ofrecerá dos funciones diarias, una a las 18:00 horas y otra a las 22:00. Una orquesta en directo, coreografías trepidantes y un colorido vestuario son solo algunos de los atractivos de este espectáculo, del que ya se han podido ver más de 300 funciones durante su estancia en Madrid.

Dentro del elenco destaca una tinerfeña, Ana Acosta, que ayer antes de comenzar la función aseguraba que estar en su tierra es "una maravilla, un orgullo". Encarna el papel de Teresita y asegura que su sueño es poder trabajar algún día en Nueva York. "Este musical es puro amor, se te ponen los pelos de punta nada más comenzar. Van a querer repetir", aseguró.