Uno de los objetivos que persigue el artista canario Alby Álamo (Las Palmas de Gran Canaria, 1977) es generar dudas en el espectador de su obra, tanto si es pintura, instalación o videocreación.

Este creador, que reside en Berlín desde hace casi una década, ha elaborado un audiovisual específico para el Espacio Cultural El Tanque de Santa Cruz de Tenerife, 24/7, para cuya banda sonora ha contado con la colaboración del músico tinerfeño Miguel Pérez, conocido como Resonance. El título hace referencia a las empresas que ofrecen servicios las 24 horas del día los siete días de la semana, concepto que el autor traslada a la exigencia a la que somete a la naturaleza y el paisaje.

Esta propuesta visual, comisariada por Cristina Anglada, tiene una duración total de treinta y dos minutos y se proyecta en bucle en la pantalla gigante semicircular instalada en El Tanque, que tiene unas dimensiones de cuarenta metros de largo por seis de ancho.

"En este audiovisual investigo como supeditamos la naturaleza y el paisaje a la economía de mercado donde vivimos. Lo que se ve en el vídeo intenta investigar sobre el paisaje canario, en el que enseguida salen las plataneras por ahí. Es como algo identitario. A poco que te pones a investigar descubres que el plátano fue introducido por los ingleses en el siglo XIX como monocultivo".

A partir de esta premisa, Álamo, profundizó en este aspecto de la historia de Canarias y descubrió que esa relación entre Inglaterra y el plátano significó el inicio del progreso en el archipiélago, además de abastecer a Gran Bretaña de este producto icono de las islas. De hecho, en el siglo XIX había un vapor que iba regularmente a Londres, a la dársena conocida como Canary Warf.

Este trabajo es el resultado de numerosas horas de grabación en varias plataneras de Tenerife, el proceso de cultivo y su empaquetado hasta que se distribuyen. También rodó escenas en la citada zona portuaria de Londres y en un centro turístico de Berlín, un inmenso hangar de zepelines que se ha transformado en una especie de paraíso con playas artificiales y elementos tropicales traídos de todas las partes del mundo que ofrecen la posibilidad de estar a treinta grados cuando en el exterior está nevando.

"Me encantaba este lugar como metáfora de como usamos la naturaleza hoy en día y como la acoplamos a nuestras necesidades. Al final grabé todas esas localizaciones y las junté de una forma más panorámica y paisajística en este vídeo para demostrar como tratamos a la naturaleza de una manera utilitaria. Desde plantar plátanos en un sitio que no es ideal, pero que se ha perpetuado como algo típico, hasta construir un espacio tropical en Berlín y las imágenes de Canary Warf, un centro financiero que recorre todo el paisaje. La economía es lo que está detrás de todo, es lo que une", explicó.

Alby Álamo tiene muy claro que una cosa no existe sin la otra y pone como ejemplo las "virtudes" del teléfono móvil, que comunica a las personas a grandes distancias, pero a la vez genera una huella ecológica muy fuerte en la naturaleza.

"Mi posición es jugar de una forma poética con las imágenes para generar la duda en el espectador. Hacer ver esa contradicción. El vídeo se centra en eso. Cada uno tendrá su posición, pero lo que me interesa es hacerlo notar, reflexionar sobre los efectos colaterales. No soy antitecnología, pero noto que el medio ambiente está sufriendo. Por eso el título 24/7, la naturaleza al servicio de nosotros y esa obsesión con la productividad y con la eficiencia que tenemos".

Los cinco proyectores que dirigen las imágenes hacia la pantalla gigante de El Tanque invitan al espectador a "introducirse" en el argumento propuesto por el autor, en el que no aparece el ser humano por ningún lado, aunque se le presiente. Lo que sí se incluye son planos sacados con el objetivo macro, en los que se ve la tierra donde se cultiva el plátano desde el punto de vista de una hormiga, que contrasta con otros planos aéreos obtenidos con un dron, en los que se observa todo el territorio desde el cielo.

"Grabé imágenes de la gente trabajando en las plantaciones, o en la empaquetadora, pero cuando me puse a editar me di cuenta de que era más potente si no salía en el vídeo. Que solo aparezcan los resultados y la huella de la industria humana en la naturaleza".

Este inquieto artista empezó a exponer su obra pictórica hace ya veinte años, algunas de cuyas piezas se pueden observar en la colectiva Crisis What Crisis 3?, que se desarrolla en el TEA de Santa Cruz. Esta labor la simultaneo con la videocreación y las instalaciones. Todo está unido por un cordón umbilical que define su plástica.

"Siempre digo que toda mi obra, en general, habla sobre el lugar del espectador. Veo que ahí hay una constante, aunque cambie de temática. He tratado mucho el tema del vuyeur. El espectador está forzado a ver esas imágenes que se supone no se pueden ver. Cuando trabajo sobre el deporte lo hago con el fallo informático (grease), como cuando hay interferencias en la tele. Ahí hablaba de la dificultad de ver de donde está el espectador".

El paisaje, el deporte, el cuerpo humano o la influencia de las imágenes del cine en las personas son algunos de los temas recurrentes que utiliza el artista como pretextos para desarrollar sus investigaciones, rellenas de conceptos, metáforas y mensajes subliminales de libre interpretación. Lo mismo ocurre con 24/7, que se podrá ver de martes a viernes, de 17:00 a 20:00 horas, y los sábados de 11:00 a 14:00 horas. La entrada es libre.

Él defiende la idea de que el arte no tenga ningún papel en una sociedad ultrautilitaria y que se hagan investigaciones que no sean productivas. La utilidad de lo considerado inútil.