Tu alma por medio dólar recoge una frase que se le atribuye a la mítica actriz Marilyn Monroe, quien, hastiada del mundo que la rodeaba en Hollywood, en un momento determinado llegó a decir que en la meca del cine te podían pagar mil dólares por la escena de un beso, pero solo 50 centavos por tu alma. "Ese es el hilo conductor que, como autores de este trabajo, hemos utilizado para asimilar la figura del crítico de cine, que en los últimos tiempos está algo denostada", reconoce David Fuentefría, profesor de la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Laguna.

Porque este trabajo, y así se manifiesta en el subtítulo, Manual de crítica de cine para periodistas culturales, "intenta ofrecer, por fin, una respuesta a la inquietud que, a lo largo de varios cursos, me han hecho llegar los futuros periodistas culturales en torno a los criterios necesarios para recuperar la crítica de cine, pero en su auténtica dimensión como género literario, al margen de gacetillas y demás píldoras informativas a las que la red nos tiene acostumbrados", dice.

David Fuentefría desconoce si se podrá cumplir o no el objetivo. "Lo que sí sé es que he contado en el camino con dos amigos y colaboradores de auténtica excepción, quienes diligentemente me quisieron acompañar en algunos capítulos, y a los que agradezco públicamente su saber, y también su buen hacer".

Se refiere, en concreto, a Fernando de Iturrate, profesor titular de Comunicación Audiovisual en la Facultad de Periodismo de la ULL, "que se ha encargado de pasar un capítulo, que entiendo fundamental, y que desarrolla otra de las ideas que fueron la génesis de este libro: un proyecto de innovación educativa que hicimos hace dos años en Periodismo, en coincidencia con el resurgimiento de la nueva Aula de Cine, de la que Fernando es director, y en la que pusimos a prueba las habilidades críticas de los alumnos a través de una página web", en la que estos docentes descubrían las fortalezas y debilidades de un total de 28 alumnos.

Por su parte, Carlos Javier Eguren es un exalumno "que le ha dado un toque más moderno y actual", explica Fuentefría, a partir de un capítulo en el que desbroza una de las páginas digitales de cine más visitadas: Rotten Tomatoes. "Hace una análisis exhaustivo y crítico, con humor y desparpajo, pero muy riguroso para saber cómo se mueve la crítica en las redes".

"En el libro hemos analizado cómo ha ido cambiando la figura del crítico, que, en muchos casos, termina apegado a su personaje", creando un universo de ficción alrededor de sí mismo, "además del fenómeno de la dispersión que ha representado la ampliación de contenidos a través de internet y en las redes sociales".

Desde su experiencia como docente e investigador, David Fuentefría sostiene que "los jóvenes no apelan a una crítica de cine como se hacía antes: moderada, reposada, larga", sino que están inmersos "en el lenguaje de la píldora informativa, en el tuit". De hecho, comenta que "existe un crítico de cine que además cuenta con una buena respuesta de seguidores, cuyas críticas se reducen a una sola frase alusiva, con un giro interesante, que orienta y conduce al público al visionado o al rechazo de la película".

Lo cierto es que la crítica de cine como género literario ha perdido el espacio y la libertad en los medios de comunicación de unos años a esta parte.

Este manual, que está orientado a los estudiantes que se forman como futuros periodistas culturales, surge como respuesta a sus demandas, para, entre otras cosas, facilitarles una serie de herramientas "con las que puedan contextualizar el momento y el lugar; la sociología de las películas; la respuesta por parte del público; cómo son los directores, cómo trabajan, qué es lo que tienen a sus espaldas; la trastienda de los rodajes, y un montón de cuestiones que se abordan en las páginas de este libro, al objeto de que el lector disponga de una pequeña guía a la que atenerse".

En cuanto a la irrupción y la creciente implantación de las series de televisión, David Fuentefría comenta que se refleja en el libro, "pero de manera tangencial, cuando hablamos de cómo la industria ha ido cambiando la oferta visual. En esencia, pensamos que es bueno disponer de televisión a la carta, en la medida que el usuario pueda crear su propio catálogo cultural".

Del cine como hecho social, comenta que aquella experiencia y el ritual de ir al cine y sentarse en una sala, que se apagaran las luces y esa magia, "se está perdiendo en las nuevas generaciones, y lo ha reflejado de forma excelente películas como Cinema Paradiso".

Trayectoria

David Fuentefría (Madrid, 1973) es licenciado en Periodismo por la Universidad de La Laguna, doctor cum laude por este mismo centro -donde ejerce como profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Sociales-, gracias a una tesis sobre interacción de recursos estéticos entre cine y videoclip en la filmografía de David Fincher. Ha publicado numerosos artículos de investigación en revistas universitarias sobre estética del audiovisual y ha participado, también, en obras colectivas, como el caso de un tomo conmemorativo que se lanzó con ocasión del segundo Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife (Fimucité) dedicado a la figura de Stanley Kubrick. A sus obras, disponibles en los principales portales de literatura científica hispana, se une además un primer libro centrado exclusivamente en su vertiente crítica, que compila, bajo el título de Espacio y libertad (Benchomo editorial), sus primeros años como tal en el periódico El Día. También ha publicado Visto y comprobado (Baile del Sol) y Gestión de talentos y audiovisual interpretativo (Ediciones Idea).