Escenas de la romería de La Orotava, con sus carretas tiradas por bueyes y cargadas de magos y magas anónimas, y alfombristas en pleno proceso de elaboración de los tapices que adornarán el suelo de las calles de la villa, todas ellas jalonadas de edificios muy reconocibles en el mapa arquitectónico de la localidad tinerfeña, son los protagonistas de la exposición que desarrolla el pintor y arquitecto egipcio Mohamed Osman (El Cairo), 1952), hasta el 30 de junio, en el Liceo de Taoro, bajo el título Entre arquitectura y tradición.

Hacía cuatro años que este pintor no mostraba su trabajo en público, aunque desde hace ya casi cuatro décadas consagró su arte a evocar las tradiciones y costumbres de la isla, como el ancestral baño de las cabras en el Puerto de la Cruz, y los rincones más singulares de pueblos y ciudades como La Laguna, Santa Cruz, Icod, Los Realejos, San Juan de la Rambla o Masca, además de su patrimonio arquitectónico, entre otros aspectos de la identidad tinerfeña. "Mi compromiso con la isla de Tenerife me lleva a seguir descubriendo rincones y tradiciones que inspiran mi mensaje y mi capacidad de profundización".

También aclaró que no exponía desde hacía cuatro años porque necesitaba tiempo para reflexionar sobre qué temas quería plasmar en sus pinturas, además de tener que cumplir con una serie de encargos, como el mural de la coronación de las Virgen de los Remedios que realizó para la iglesia de Buenavista del Norte.

Asimismo, ha estado centrado en la preparación de un gran libro con más de trescientas cincuenta páginas que se titulará Entre arquitectura y tradición y espera publicar para finales del presente. Cuenta para ello con la colaboración del catedrático Francisco José Galante.

La colección que presenta en esta ocasión está integrada por veintisiete óleos de gran formato, verdaderas estampas costumbristas que reflejan aspectos la identidad de la villa norteña.

"El gran formato me ayuda a sentir más el motivo de mi obra, la integración de mi persona en la expresión de mi pintura. Es un impacto visual para adentrarse en lo que represento para el público. La expresión de mi pincelada me inspira a ser parte de mi obra, a sentir mi libertad física de desahogo. Un formato de esplendor me sugiere que el público se sienta dentro de la propia obra", matizó.

Este admirador de la luz que imprimió Sorolla a sus lienzos también heredó su plena dedicación al realismo, aunque como aseguró el propio creador " no quiero limitarme a un estilo específico, depende del motivo. Utilizo realismo, impresionismo y surrealismo. En un mismo cuadro pueden estar representados los tres estilos. Utilizo el que hace que la obra sea más viva".

Más luz, más profundidad, más dinamismo y más atmósfera son algunas de las características que definen la actual producción artística de Osman, quien también se ha animado a incluir más la presencia de la figura humana en sus composiciones, casi siempre con rostros anónimos, sin caracterizar sus facciones.

"La figura humana tiene en mi obra dos sentidos distintos. En unos marca la escala de la proporcionalidad ante el motivo representado, la comparación ante la grandeza. En otros, la figura es el eje central del acontecimiento".

Osman reconoce que la romería y las alfombras son los motivos centrales de esta propuesta plástica con la que se siente muy identificado. "Una misma calle, un mismo sentimiento reflejado en la arquitectura y las tradiciones de La Orotava, en la integración de su contenido, arquitectura, romería y alfombras. La luz refleja el espacio de la vida y la profundidad de su atmósfera sugerente. La Integración", apuntó.

Por último, destacó la importancia de transmitir sentimientos a través de sus cuadros, que hablan por si mismos. "Mi mensaje de espiritualidad y sentimiento. Ellos hablan por mi y transmiten sensaciones de alegría y luminosidad, amor... Es adentrarse en el mensaje que expresa cada cuadro".