Manuel Pimentel (Cádiz, 1961) editor, escritor y exministro, habla en esta entrevista, durante una reciente visita a Canarias, de sus dos pasiones: los libros y la arqueología.

¿Se puede afirmar que la crisis en el sector editorial ha finalizado?

El mercado editorial sufrió una grave crisis cuya recuperación comenzó en 2015. Desde entonces hemos vivido dos o tres años de crecimiento débil pero sostenido.

¿Y qué opina de quienes profetizan la desaparición del libro impreso?

El libro no va a morir, tan sólo evolucionará, como el resto de la sociedad, hacia otro formato, porque para quien quiera abrir una ventana al universo, el libro es la opción más vanguardista, eficaz y hermosa.

¿El libro impreso es más moderno que el electrónico?

Un libro impreso es pura vanguardia tecnológica, porque ningún otro soporte de conocimiento entra en simbiosis con nuestra mente como él, por eso cuando estamos con uno, nos hacemos libro y él se hace nosotros. Los soportes electrónicos tienen un gran futuro, pero convivirán con el tradicional, porque el libro digital tiene como problema que el de papel es más eficaz, eficiente y tecnológicamente avanzado ya que proporciona más emociones a un menor coste.

Junto a otro exministro, Jerónimo Saavedra, abrió en la feria del libro de Las Palmas de Gran Canaria un ciclo dedicado a la Guerra Civil

Entre los dos hemos reflexionado sobre si la Guerra Civil es cosa del pasado o si sigue viva, y nuestra conclusión es que es historia, pero que a la vez se sigue empleando el espantajo de la Guerra Civil como herramienta dialéctica. Para demostrarlo he creado la biblioteca Guerra Civil contada por sus protagonistas, de modo que ya no son historiadores quienes reflexionan acerca de ella, sino que se concede la voz a quienes la vivieron ya fueran anarquistas, comunistas, falangistas, carlistas...

También presentó La llave sefardí, de Pepe Mel

Pepe Mel, además de entrenador de fútbol, es un excelente novelista que en todo momento mantiene el suspense y engancha al lector. Su novela es la saga de una familia sefardí que abarca muchos siglos y varios países, porque arranca con la expulsión de Sefarad y termina en Israel.

Otra novedad de su editorial es precisamente una obra suya, Arqueomanía. Historias de la arqueología.

Sí, se acaba de publicar ese libro en el que escribo sobre los principales yacimientos arqueológicos de toda España y como no podría ser de otra forma, incluyo la cueva pintada, los jeroglíficos de La Palma, Risco Caído, y las momias aborígenes.

¿Se definiría como arqueólogo?

Soy divulgador de la arqueología, una pasión que me acompaña desde mi infancia, y dirijo el programa de televisión Arqueomanía, que en esta nueva temporada tendrá una importante parte dedicada a Canarias, que lamentablemente es una gran desconocida dentro del panorama arqueológico nacional.

¿Qué destacaría de los restos aborígenes?

Cuando a nivel internacional se piensa en momias parece que tan sólo existieran las egipcias o las precolombinas, pero las de aquí no tienen nada que envidiar a aquéllas. La escritura líbico-bereber también me parece increíble y de una gran belleza.

¿A usted qué es lo que más le ha sorprendido de la arqueología canaria?

Me ha llamado mucho la atención el debate arqueológico que existe en las islas, porque hay una gran variedad de opiniones acerca de cómo se produjo el poblamiento. ¿Fueron poblaciones represaliadas o colonizadores que formaban parte de un desembarco organizado y a los que luego se abandonó a su suerte? ¿Se poblaron todas las islas a la vez? Muchos lo niegan a pesar de que algunas se ven a simple vista ¿Cómo es que no existen herramientas metálicas cuando los aborígenes provenían de la edad del hierro? Son muchos interrogantes sin respuesta.

¿Hay algo que pueda aportar al respecto?

Únicamente que me sorprendería un neolítico que se hubiera prolongado hasta el siglo XV, cuando Canarias formaba parte de una ruta marítima favorecida por los vientos y corrientes. No es posible que el archipiélago estuviera aislado cuando siempre ha sido una tierra maravillosa asociada al paraíso en la que existen yacimientos que demuestran la presencia de romanos y fenicios.

¿Y cuál ha sido del yacimiento arqueológico que más le ha sorprendido?

Sin lugar a dudas la fortaleza de Ansite, que a pesar de su nombre, poco a poco está prevaleciendo la interpretación de que era un gran santuario en vez de una fortaleza militar, una idea por la cual me inclino, porque cualquiera que la visite podrá pensar desde fuera que se trata de una fortaleza, pero una vez dentro queda claro que era otra cosa muy diferente, porque además de los grabados y los templos se siente que es un lugar lleno de energía. Los aborígenes poseían liturgias complejas y grandes conocimientos astronómicos.

¿Cuál es el estado de la arqueología canaria?

Hay mucho por trabajar y descubrir en la arqueología canaria. Se han creado departamentos de arqueología muy potentes, lo cual me produce una gran satisfacción. La arqueología canaria aún tiene mucho que decir.

¿Cómo ha conseguido la editorial Almuzara convertirse en una de las relevantes del país en menos de quince años?

Sería muy largo de explicar, pero lo importantes es que aún tenemos mucho camino por delante. Tratamos de editar libros que aporten al conocimiento y al debate. Amamos los libros y eso se nota.

Como exministro se ha movido entre nuestra clase política, ¿quién ha sido el político más culto que ha conocido?

En política ocurre como en la vida, existen personas cultas y otras que no lo son. Pero entre todos, Miguel Herrero, Antonio Garrido o Tierno Galván son o eran personas cultas y leídas.

Usted es uno de los arqueólogos que más niegan que la Atlántida estuviera en Canarias

No soy arqueólogo, soy novelista. La Atlántida es, a día de hoy, un mito y yo ?en un relato? la sitúo en Andalucía. Pero, ¿quién sabe?

Su novela Dolmen une la arqueología y los crímenes rituales con el thriller ¿cómo se le ocurrió semejante combinación?

Los dólmenes son construcciones prehistóricas con una gran fuerza evocadora. Tuvieron diversos usos en la antigüedad, entre ellos el de necrópolis. Son espacios de vida y también de muerte, de ahí la relación.

¿Cuándo disfrutaremos de su próxima novela?

Ojalá consiguiera tenerla para 2020?

Ha afirmado que los mejores dólmenes están en España y no se conocen ¿cómo es posible ese desconocimiento?

El Dolmen de Menga es el mayor del mundo. Sotos es espectacular, Valencina, soberbia. Si estuvieran en Francia o Inglaterra serían monumentos de visita obligada. Aquí, languidecían en el olvido. Menos mal que con la declaración de Patrimonio de la Humanidad, nuestros dólmenes comienzan a visitarse y a conocerse.

¿Qué opina de la irrupción de la ultraderecha en el parlamento?

Es el reflejo de una sociedad polarizada y desconcertada. Como reacción a un populismo de izquierdas, siempre surge el de derechas y viceversa. Es ley de vida.

¿A qué achaca la división de la derecha?

El elemento diferencial es el pulso independentista. Sobre este tema gira la política española y, desde luego, es la razón de la aparición de los nuevos partidos de derechas.