La inquietud experimental de este desconocido pintor lagunero revive ahora en la exposición que bajo el título Víctor Núñez (1918-1984): paisajes, formas, figuras puede visitarse en el Espacio Cultural La Capilla en el edificio Central de la Universidad de La Laguna (ULL) hasta el 19 de junio, de lunes a viernes, en horario de 17:00 a 20:00.

La muestra, organizada por el Vicerrectorado de Relaciones con la Sociedad de la ULL y comisariada por Domingo J. González y Elena de Vera Núñez (su nieta), se presenta al público distribuida en tres bloques temáticos: Paisajes, Formas y Figuras, una visita que se completa con objetos, bocetos y todo tipo de material de archivo. Además, en torno a su recuerdo, un vídeo reúne las voces de sus hijos Carmen y Víctor Núñez García, del periodista e historiador Eliseo Izquierdo, así como del acuarelista Manolo Sánchez.

La exposición, que forma parte de un proyecto de recuperación de este artista, también incluye la realización de un largometraje documental, dirigido por el propio Domingo J. González y producido por Digital 104.

"Precisamente el hecho de por qué este artista ha quedado orillado y diluido es una de las preguntas que se intentan responder en el documental", señala Domingo González.

Se trata de una idea que llevaban masticando desde hace tiempo y que ha cristalizado ahora, en buena medida por la afinidad con la familia del pintor.

Lo cierto es que durante su etapa como estudiantes de Historia del Arte en la ULL, cayeron en la cuenta de que Víctor Núñez no figuraba en ninguna relación. "Creíamos que era necesario reivindicar su figura y a medida que investigábamos descubríamos su importancia".

A juicio de González a este artista hay que mirarlo como a "una persona que participó en esos movimientos que abrieron la isla a las vanguardias durante aquel tiempo de oscuridad que supuso la sociedad de la posguerra".

Y continúa destacando de su figura el valor de "un artista involucrado en la experimentación y la vanguardia, tanto en su obra pictórica como en su labor como dinamizador cultural, mentor de artistas más jóvenes e impulsor de exposiciones en su ciudad natal, La Laguna".

Siempre tuvo el arte, y muy especialmente el de vanguardia, como su gran pasión.

De formación esencialmente autodidacta, Víctor Núñez comenzó a exponer durante los años 40 del pasado siglo en el Ateneo y en el Círculo de Bellas Artes de la capital tinerfeña y, a fines de aquella década, formó el grupo Garach, con Pedro González, Siro Manuel y Raúl Tabares, realizando una única exposición en 1950.

Precisamente, durante la década de los 50 es cuando empieza a experimentar en su obra con los distintos lenguajes de las vanguardias históricas y emprende así el camino hacia la abstracción.

La década de los 60 es la de mayor reconocimiento público de su pintura. En 1963 participa en el nacimiento del grupo de vanguardia Nuestro Arte, junto a artistas como Pedro González, Enrique Lite, María Belén Morales, José Abad o Maribel Nazco. Expondrá en casi todas sus muestras y participará en sus actividades, encuadrándose su obra de esta época en el pleno informalismo.

En los años 70 volverá a una cierta figuración, en la que recupera el paisaje y la figura humana como temas, pero sin perder su afán experimental. Muestra esta nueva etapa de su pintura en 1973, en la Sala de Arte de la Caja de Ahorros de La Laguna, en la que sería a la postre su última exposición individual. En los últimos años de su vida preparaba una exposición que ahondaba en esa nueva concepción del paisaje y que nunca pudo realizar. Murió en 1984 y, desde entonces, su figura cayó en el duro olvido.

Los comisarios Domingo J. González y Elena de Vera Núñez han decidido alejarse del tópico de montar una exposición cronológica al uso.

Para llegar a la esencia de Víctor Núñez, una personalidad marcada por una constante inquietud, por la investigación de los lenguajes de las vanguardias históricas hasta desembocar en la abstracción y de ahí a una figuración de carácter muy personal, consideraron que lo adecuado era mostrar los tres temas que más trató: Paisajes; la parte de abstracción, que han llamado Formas, y la figuración humana, que presentan bajo el título Figuras.

"Sobre todo en Paisaje y Figuras se advierte la evolución desde obras que muestran desde una cercanía al impresionismo a lo abstracto, pasando por formas cubistas", advierte Domingo González, sobre cuarenta años de trayectoria artística en distintos lenguajes.

Él no se dedicó profesionalmente al arte, sino al negocio familiar, una sombrerería que está asentada en la ciudad de La Laguna desde 1865. Pero su vocación no sólo era artística, sino también teórica del arte. Al final de su vida publicó artículos sobre arte en la prensa de la época.

Víctor Núñez murió en 1984 cuando apenas asomaba la democracia y se reivindicaban las vanguardias. Nunca se dedicó profesionalmente a la pintura ni salió fuera de las Islas. Tampoco fue tan longevo como María Belén Morales. Un cúmulo de circunstancias que se suman. Y no se trata de un fenómeno raro, porque artistas olvidados hay y ha habido en todas las épocas y lugares.