El ideario de la música reggae se reconoce por un estilo que, más allá de sus pegadizas y rítmicas melodías, que han conquistado el mundo, desprende un profundo mensaje cargado de crítica social, unas letras comprometidas que invitan a la reflexión detenida.

Este es el caso de la banda Jony's Moon, un grupo nacido en Tenerife hace más de una década, que hoy participará de manera altruista en un festival benéfico que organiza la ONG Save the Children en el teatro Príncipe Felipe de Tegueste, a partir de las 19:00 horas, con ocasión del Día Mundial del Medio Ambiente.

Con un reggae de sello marcadamente original, integrado por un repertorio propio y con letras interpretadas en español, suman una mezcla de new roots, dancehall y roots clásico, además de aires africanos, destacando por la enérgica intensidad de sus directos, que ya han brindado en escenarios y locales insulares, también en la Península, donde han compartido escenario con artistas tales como Amparanoia, Arístides Moreno, Brinsley Forde o Turbulence, entre otros.

La banda ya cuenta en el mercado con un primer EP, de nombre Amazigh, en el que se incluyen con seis cortes y que rezuma un claro sabor a raíz e identidad, y ahora están inmersos en la grabación de su segundo trabajo, que esperan se convierta en realidad allá por el próximo invierno.

Henry de Armas, batería con nada menos que cuarenta años en el mundo de la música, destaca el carácter diverso de un conjunto que considera, por encima de todo, un grupo de amigos unidos por una misma pasión: la música.

Reconoce que, a lo largo de estos años, han permanecido "un poco en la sombra, asumiendo el papel de banda base para otros cantantes", pero reivindica la personalidad de un conjunto que siempre ha sostenido la bandera de la música reggae como una seña, sin abandonar este estilo a pesar de las modas y los vaivenes del mercado musical.

Desde el principio irrenunciable que caracteriza al reggae, Jony's Moon asume en sus temas la denuncia social y los contenidos de carácter político, en buena medida "por la necesidad de decir y transmitir, por la intención de despertar a la gente de ese letargo que los mantienen adormecidos, ajenos a la realidad", explica Henry Armas.

El hecho de participar en un acto de carácter benéfico, impulsado por la ONG Save the Children, encaja con la propia filosofía de la música nacida en Jamaica. "Una de las componentes del grupo es la organizadora del evento, pero más allá de esta circunstancia, considero que encajaríamos en cualquier iniciativa que tuviera como propósito una causa de carácter social".

Henry reconoce que el sonido del grupo cambia bastante del espacio de un estudio de grabación al que se puede vivir en directo, fundamentalmente por la magia que es capaz de provocar "el contacto con el público. Es algo muy especial y complejo de definir", acaso porque no responde a ninguna regla establecida.

La presencia de mujeres en el conjunto, la importancia de la voz femenina, también define a este grupo. "Es algo que no ha sido pensado, ni tiene que ver con el hecho de estar obligados a cumplir con una cuota, como sucede en la política. Ha cuadrado así, sin más. Buscábamos un teclista y apareció Esther, de la misma manera que llegó Yashira de Ara, que estaba haciendo coros, y destaca como una enorme vocalista".

El nombre del grupo rinde homenaje a Jonás, un compañero al que cariñosamente conocían con el nombre de Jony, aquel amigo especial que un buen día, y sin que se sepa por qué razón, desapareció sin dejar rastro alguno y cuya ausencia continúa estando presente entre los componentes de Jony's Moon. "Estábamos metidos en un proyecto y de repente no vino a ensayar. Hace ahora trece años de aquello y desde entonces lo dieron por desaparecido".