El Ballet de Moscú vuelve a Canarias en su gira de verano para seguir celebrando sus treinta años de giras internacionales. El público podrá presenciar la obra cumbre por excelencia de la danza clásica: El lago de los cisnes, un espectáculo magistral creado por la leyenda del ballet Marius Petipá y con la música insuperable de Tchaikovsky. Es, probablemente, la obra más representada de la historia y la más apreciada por el público. El lago de los cisnes narra la fascinante historia de la princesa-cisne Odette y del Príncipe Sigfrido, a quienes la fuerza del amor les hará vencer al poder de los maleficios. Esta obra recorre toda la gama de emociones humanas de la mano de la gran solista Cristina Terentiev que consigue que el público se adentre en este cuento encantador. El Ballet de Moscú, siempre leal a la versión original, ofrecerá El lago de los cisnes al público de Tenerife, La Palma y Gran Canaria.

Estarán el próximo 16 de julio, a las 21:00 horas, en el Auditorio Infanta Leonor de Los Cristianos, en el municipio de Arona. El precio de las entradas oscila entre los 25 y los 45 euros y se pueden adquirir en www.factoríacultural.com y www.tomaticket.es.

Los días 17 y 18 será el turno del Teatro Circo de Marte de Santa Cruz de La Palma, y el sábado 20 ofrecerá dos representaciones en el Teatro Leal de La Laguna. El Ballet de Moscú pondrá punto final a su gira canaria el domingo 21 en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria.

En escena, los artistas cautivan a su público transmitiendo emotividad y la técnica más depurada de la escuela rusa, interpretando, en esta ocasión, dos obras indispensables del ballet con una emoción que se contagia al público. Su éxito reside en sumar calidad, compromiso, pasión por y con el mundo del ballet.

En palabras de su director y fundador, Timur Fayziev, "la vida de un bailarín exige un compromiso total. Los ensayos son diarios y de muchas horas, hay que llevar una vida espartana, dedicada a mejorar la técnica, controlando las horas de sueño y de descanso y, naturalmente, cuidando mucho la alimentación. Pero cuando estás enamorado del baile no supone un sacrificio sino todo lo contrario. La compañía se convierte en tu gran familia, pasas todo el tiempo con ellos y la profesión es tan absorbente que te deja poco o ningún espacio para otras cosas".