Dice 23 de junio, una de las canciones del disco que da nombre a la última gira de Vetusta Morla, Mismo sitio, distinto lugar: "deja el equipaje en la ribera, para verte como quieres que te vea, lánzate al agua otra vez, aquí espero yo". Los 5.000 seguidores que ayer fueron al concierto tinerfeño de la mítica banda madrileña habían esperado también, durante meses -al menos desde que se anunció su paso por Canarias- a que llegara el momento de ver a sus ídolos en directo.

Esas 5.000 almas llevaron su ilusión, sus letras y sus ganas de emocionarse con los de Juan Pedro Martí, Pucho, hasta el Recinto Ferial de Santa Cruz de Tenerife para escuchar los temas de este último disco, el octavo de su carrera. La banda encontró, sobre el escenario del popular espacio chicharrero, un buen destino musical.

Antes, desde las ocho de la tarde, fue el turno de los teloneros, la banda canaria Monkey Faces. Los de Vetusta Morla tienen entre una de sus costumbres acompañarse siempre en sus conciertos de bandas locales. De hecho, en el concierto de este miércoles en Gran Canaria abrió el turno musical Said Muti.

Además de este último disco, Vetusta Morla tiró de repertorio y no defraudó a sus fans con algunos de los temas más conocidos de trabajos anteriores. El recinto vibró con canciones ineludibles como Maldita dulzura o Copenhague, que el público tinerfeño no se cansó de corear. El vocalista aseguró que la banda estaba "encantada de volver a estar aquí". Recordó el último concierto que dieron en la Isla, en los exteriores del Auditorio. "Cómo cuesta venir aquí, pero no es porque no queramos", admitió.

Pese a la media hora de retraso sobre el horario previsto, el público disfrutó con el recorrido por los grandes éxitos de la banda y de un espectáculo visual sorprendente.