Lugar sagrado y temido por los guanches, donde habitaba Guayota (el mal), el majestuoso Teide y su entorno son unos verdaderos desconocidos para el público en general, sobre todo desde un punto de vista geológico.

El prestigioso cineasta tinerfeño Pedro Felipe Acosta ha tratado de contribuir a paliar esta situación con el documental Teide, el gigante dormido, que estrenará mañana, Día de Canarias, a las 18:30 horas, en el antiguo Convento de San Francisco de Garachico, dentro de la sección Ecoislas del Festival Internacional de Cine Medioambiental de Canarias (Ficmec).

La película ha sido rodada en 4 K, con una banda sonora original compuesta por Cristian Johansen, tiene una duración de treinta minutos, contiene numerosas imágenes realizadas con drones operados por Jaime Beltrán y Monkey Pilot y tiene una duración de treinta minutos.

Esta producción de Alas Cinematografía para el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) está incluida en un proyecto de fortalecimiento del tejido económico y empresarial ligado al sector turístico de Tenerife mediante el denominado volcano turismo. La financiación ha corrido a cargo del programa Tenerife Innova 2016-2021 del Área Tenerife 2030, de Innovación, Educación, Cultura y Deportes del Cabildo.

"Este proyecto ha sido un verdadero reto para mi, acostumbrado a hacer documentales sobre animales y me piden uno sobre el Teide. Parecía un poco árido, pero a medida que lo iba haciendo he aprendido un montón", confesó.

El Pico Viejo o Montaña Chahorra, que tras la erupción de 1798 generó las Narices del Teide, o Roques Blancos, Pico de las Cabras, Cuevas Negras o la Montaña Blanca, entre otros, son algunos de los parajes que rodean al Teide y han sido recogidos en este filme, una película de volcanes.

"Descubriremos al público en general todos los volcanes que rodean al Teide y forman parte de su estrato. Son una treintena, entre bocas y cráteres. En Chahorra hay una grieta con más de diez volcanes diferentes. El Teide es un mundo, no sólo el cráter que se ve arriba, sino que está rodeado de otros en sus laderas. Son volcanes dentro de otros volcanes".

Teide, el gigante dormido ha sido rodada en nueve meses, tras superar las condiciones climatológicas adversas del año pasado que no ayudaban a captar buenos planos de los espacios que se querían incluir en este filme de divulgación científica dirigido a todos los públicos, en el que se explica cuándo y cómo se produjeron las erupciones, los tipos de lavas, los canales, en definitiva, todas las cuestiones relacionadas con su geología, pero con un espíritu plenamente pedagógico.

"Ha sido un año muy difícil para rodar en el Teide. Empezamos en verano, que fue seco y con bastante calima. El invierno y el otoño también fueron bastante horribles y para rodar hace falta buen tiempo, paisajes limpios. Hemos usado muchos drones para mostrar ese mundo desde arriba, que se ven los volcanes desde un punto de vista inédito, a vista de pájaro", aclaró el cineasta realejero, satisfecho con el trabajo.

"He hecho muchas cosas sobre el Teide, pero nunca lo había visto de esta manera. He intentado que la gente vea todo ese mundo de volcanes que rodean y conforman el estrato volcán Teide. También nos metemos bajo la tierra, entramos en los tubos volcánicos y mostramos algunas especies de la fauna que habita en su interior y sólo puede vivir ahí. Han perdido los pigmentos, no tienen ojos y son casi blancos, medio transparentes".

El documental, que ha contado con el asesoramiento científico de Involcán, sigue un guion narrado por dos voces en off que ofrecen retazos técnicos e históricos sobre como durante más de 170.000 años la naturaleza moldeó el paisaje que rodea al Teide, que es la mayor elevación existente en el Atlántico y el tercer volcán más elevado del mundo.

También se refieren detalles de como los antiguos navegantes dejaron los primeros testimonios sobre esa enorme montaña que se perdía entre las nubes; o la ascensión del naturalista Alexander von Humboldt al Teide en el siglo XVIII, cuando midió por primera vez su altitud, 3.734 metros.