Tras recibir este lunes el premio Max, José Padilla apenas había dormido tres horas y ya estaba trabajando en el estreno, hoy mismo, de El viaje (Las crónicas de Peter Sanchidrián vol. II) en el madrileño El Pavón Teatro Kamikaze. "Es un espaldarazo, sin duda, pero si es definitivo no lo sé. Definitivo en la profesión teatral no hay nada. Es un espaldarazo y un reconocimiento al trabajo del equipo y al mío como director y dramaturgo. Pero definitivo... en el mundo del teatro no puedes confiarte porque definitivo no hay nada", explicó sobre el galardón el joven dramaturgo tinerfeño.

Padilla (Santa Cruz de Tenerife, 1976) ha logrado el premio más importante del teatro español por Dados, que recibió la deseada manzana plateada como mejor espectáculo para público infantil y juvenil. No es su primer galardón importante. Además de ser el primer español en estrenar en el londinense Globe Theatre, el tinerfeño también conquistó en 2013 una distinción quizás no tan mediática pero importantísima para el sector: el Ojo Crítico de Teatro de Radio Nacional de España (RNE).

Padilla, sin duda un talento ya consolidado de la dramaturgia española, festejó el fallo en la gala celebrada en el Teatro Calderón de Valladolid con sus compañeros de Ventrículo Veloz. "Fue una experiencia hermosísima. Estar allí con todo el equipo ya era un premio porque estar nominados ha sido toda una experiencia, el nivel era altísimo", recordó.

Dados es la última obra de una trilogía de teatro "dirigida a todo tipo de público pero especialmente a los jóvenes". La pieza cierra la serie que empezó con Papel (sobre el acoso escolar) y siguió con Por la boca (sobre los trastornos alimenticios). Las tres obras han sido producidas junto a Ventrículo Veloz, la compañía del actor Cristóbal Suárez y la productora Verónica Pérez, que nació hace apenas dos años "con el objetivo de llevar a cabo una forma alternativa de llegar al público juvenil". "No se trata de que los chicos vengan al teatro para que nosotros les enseñemos algo, no somos nadie para enseñarles nada. Simplemente tratamos de compartir nuestra propuesta, que se diviertan y que se hagan preguntas. Si se hacen preguntas y se divierten ganamos dos cosas: espectadores para el futuro y ciudadanos que se hacen preguntas, es decir, ciudadanos que viven en una democracia sana", matizó Padilla.

Dados, la obra con la que el dramaturgo se ha hecho con el premio Max, aborda el tema de la identidad de género y la transexualidad. "Es un tema que ha recibido un estigma enorme a nivel social. El colectivo trans ha tenido que sufrir muchísimo, se les ha señalado con el dedo, se les ha mirado de manera extraña a lo largo de los años y es hora de que eso cambie", valoró.

Ventrículo Veloz prepara para este año un nuevo proyecto de creación con dramaturgas para la educación en igualdad y la prevención de la violencia de género. La primera pieza llegará de la mano de Denise Despeyroux. "No tengo la menor duda de que voy a trabajar con ellos, de nuevo, en el futuro. Me siento Ventrículo Veloz y Verónica y Cristóbal son mi familia", dijo Padilla.

Dados podrá verse este sábado en el grancanario Teatro Guiniguada. "Invito a todo el mundo a que asista y comparta con nosotros nuestra alegría. Va a ser la primera función después de haber ganado el Max", explicó. Por desgracia, el público tinerfeño no tendrá por el momento la misma suerte. "No me cansaré de decirlo, no sé qué voy a tener que hacer para ir a mi isla a compartir mi trabajo. Lo digo con cierta tristeza pero es así. No me llaman, he estrenado muchísimo más en Gran Canaria, la razón la ignoro aunque supongo que en algún momento esto cambiará. No lo entiendo y ya lo digo sin cortapisas", concluyó.