De nuevo está de moda un clásico con siglos de historia. El auge de la cerveza había relegado al vermut, del que existen miles de recetas alrededor del mundo. Pero esta icónica bebida ha sabido readaptarse a los nuevos tiempos para ser el camarada perfecto de esos momentos en los que no cabe la prisa y sí la buena compañía. ¿Quedamos para el vermut? Es una frase que, como antaño, vuelve a oírse con frecuencia.

Para indagar en su historia hay que remontarse a la Antigüedad. Algunos estudiosos sostienen que fue Hipócrates su inventor mientras maceraba vino con flores de ajenjo y díctamo para experimentar su valor medicinal. El vino hipocrático se convirtió en una bebida muy popular durante la Edad Media hasta bien entrado el siglo XVIII, elaborado a partir de una mezcla de hierbas parecida a la del galeno griego.

El ajenjo es una de las bases de este popular néctar, planta que ya utilizaban también los egipcios por sus propiedades curativas. La palabra "vermut" tiene su origen en Alemania (wermut) y da nombre a la Artemisia absinthium. A lo largo de los siglos hay otros ejemplos de vinos aromatizados pero posiblemente no tan célebres como el vermut, ya nombrados por autores como Plinio El Viejo o el secular foodie Caius Apicio.

Del alemán pasó al francés "vermout" o "vermouth" y de ahí a la terminología italiana y castellana "vermut" o "vermú".

Parece ser que en 1786 el tabernero turinés Antonio Benedetto Carpano decidió experimentar y obtener una bebida para la alta sociedad que frecuentaba su tienda. La receta incluía vino, azúcar, sustancias aromáticas, especias y otros ingredientes. Al principio el néctar era solo "rosso" hasta que en la primera década de 1800 el francés Joseph Noilly utilizó una base de vino blanco para crear una bebida aún más seca y con menos azúcar que la italiana.

La entrada del vermut en España se suele centrar en la ciudad de Reus, epicentro de los destilados durante mucho tiempo y donde hay un museo dedicado a la bebida. En los últimos años el elixir ha recuperado adeptos, se toma como aperitivo y también a otras horas, se ha incorporado a la coctelería? e incluso los hay artesanales y con versiones sin alcohol.