Grancanaria de nacimiento pero palmera de corazón. Así se define Julieta Martín Fuentes, una comunicadora polivalente que ha exprimido al máximo su creatividad en las diferentes áreas profesionales que ha explorado.

Se licenció en Historia por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y ha trabajado como periodista en varios medios locales y en diferentes gabinetes de prensa. El cine tampoco se le ha resistido y ha desarrollado la labor de guionista en varias ocasiones. Con la Productora Audiovisual La Máquina de Coser escribió y rodó como codirectora 90 minutes & I love you en Nueva York, la primera película realizada en plano secuencia.

Ha escrito tres libros: Lolita Pasión, que narra la Guerra de Cuba; Travesías. Cuentos para soñadores, una recopilación de pequeñas historias imaginarias, y El corazón de Débora. Con motivo del Día del Libro, la escritora estuvo ayer en la librería Lemus situada en la Avenida de La Trinidad de La Laguna firmando esta última novela, de la que ha hablado con sinceridad.

¿De qué trata El corazón de Débora?

Es el paso anterior a los otros libros que tengo. Surge del momento de oscuridad que viví en mi vida y que me hizo irme a La Palma a escribir. Habla de ese momento en el que empiezas a vivir y te das cuenta de que la vida no es ese lugar bonito que te habían descrito cuando eras niña. Todo esto lo metí en una historia de piratas, que para mí representan el espíritu rebelde. Es una historia de aventuras con mucha acción desde el principio porque empieza con el ataque del corsario Pata de Palo a Santa Cruz de La Palma. Los protagonistas se pierden y Sinamón, el personaje masculino, busca a Débora poniendo en riesgo su propio corazón. El corazón de Débora es una decisión entre la luz y la oscuridad que hay en ti.

¿Por qué le gusta ambientar sus historias en La Palma?

A pesar de que nací en Gran Canaria y me encanta la ciudad de Las Palmas por todo lo que me enseñó, toda mi familia es de La Palma y siempre iba allí de vacaciones, por lo que siempre relacioné esta isla con el sitio en el que fui feliz de niña. Me fui a escribir en 2006 y desde entonces vivo allí, elegí este sitio con el corazón. La Palma tiene una gran cantidad de historia desconocida y, al no ser una isla capitalina, en los libros de Historia de Canarias no se cuenta tanto sobre ella.

Sus libros se caracterizan por aportar siempre un punto ingenuo, ¿por qué cree que ser inocente es tan importante?

Hay un personaje masculino de El corazón de Débora con el que me identifico mucho que dice: "puede que yo esté de parte de los ángeles pero no soy uno de ellos". Es ese punto al que llega una persona cuando vuelve a ser inocente, algo que creo que es fundamental para ser feliz. No podemos centrarnos en la tristeza y en las cosas que no son tan maravillosas de vivir. Hay que llegar a ese punto de la oscuridad más profunda para ver la luz.

¿Cree que en Canarias se escribe poco sobre Canarias?

Actualmente hay bastantes escritores que escriben con contexto histórico y que están sacando historias muy interesantes. Ejemplo de ello son Alexis Ravelo o Santiago Gil. No es un género fácil porque es menos comercial. Sin embargo, la historia fusionada con la fantasía ahora está atravesando por una época de auge por los videojuegos y las series como Juego de Tronos que juegan con ambas cosas. Los jóvenes leen más novelas de este tipo por esta moda y en Canarias hay muchos episodios que tienen ese punto fantástico e histórico que se puede aprovechar. Yo, a raíz de publicar, he sabido por los libreros que la gente pide muchas novelas sobre Canarias. Nos gusta leernos, y eso es muy bonito.

¿Ahora se lee menos o se lee de forma diferente?

Hay personas que leen a través de pantallas y otras de manera tradicional. Para mí lo importante es que se sigue leyendo y se siguen comprando libros. Si lees, eres un apasionado de la lectura. No hay nadie que ame la literatura a medias. El hábito de leer se bebe desde pequeño, normalmente porque eres hijo de lector. Es por eso que se debe potenciar la literatura infantil. Se puede decir que las ventas son pocas pero los que siguen comprando libros son realmente apasionados de la lectura.

¿Recuerda de forma especial la reacción de alguien que haya leído alguno de sus libros?

Una compañera que trabaja en una biblioteca me dijo que había recomendado la novela El Corazón de Débora a una señora mayor que, a los 14 años, se casó por compromiso familiar con un hombre y no había tenido ninguna otra pareja en su vida. Después de leer la novela, la señora le preguntó a mi compañera que si realmente existía un amor como el que vivieron los protagonistas. Yo me emocioné mucho porque yo podía ser esa persona introvertida que estaba en la biblioteca leyendo. Al final, abrí un poco el mundo de alguien y para mí eso es la literatura.

¿Qué le diría a alguien que está pensando leer El corazón de Débora?

Hay personas que tienen corazón y otras que son devoracorazones. Esta novela ayuda a saber a qué grupo perteneces.