Esta interpretación de César Manrique es la tercera de nuestras obras que dialoga con el genio conejero a propósito del centenario de su nacimiento.

La primera se produjo a petición de Adonay Bermúdez, comisario de la exposición En medio de su orgullo. Una retrospectiva de César Manrique sin César Manrique que se pudo visitar a finales del 2018 en la sala del Instituto Cabrera Pinto de La Laguna y que muy pronto se verá en la sala de exposiciones del Ayuntamiento de Arrecife. La obra expuesta, ‘Deuda pública en España de 2000 a 2018’, fue en realidad una actualización de un lienzo del 2013 que entonces llevamos a mural. Se trataba de uno de nuestros trabajos de "geometría social" en los que las composiciones geométricas minimalistas están condicionadas por datos estadísticos. La exposición-tesis de Bermúdez ponía el acento en la cara activista de Manrique, una de las facetas que nos unen al gran creador conejero.

Precisamente por esta relación entre generaciones de artistas activistas canarios/as es que se produce nuestra presencia con la que sería la segunda de nuestras obras en diálogo con César: Consumo de cemento en Lanzarote de 1992 a 2002, una gran obra mural que excede el campo de la pintura al ser realizada como relieve de microcemento sobre pladur y que se puede visitar actualmente en el CAAM dentro de la exposición Universo Manrique, comisariada por Katrin Steffen. En este caso, el gráfico dibuja una curva sinuosa que evoca un perfil natural, un alzado del territorio. Estas obras murales que van a la esencia y origen de la pintura (la pared), torsionan dos géneros pictóricos: el más valorado por la academia, la pintura histórica (no dejan de ser visiones diacrónicas) y el más valorado por la pintura de caballete, el paisaje. Son, por tanto, "paisajes temporales" que funcionan como denuncias sociales, ecológicas, políticas y éticas, a través de la belleza.

Belleza, ecología, curvas sinuosas que evocan lo natural, activismo y arte funcional son ejes primordiales de nuestro trabajo que nos vinculan a César Manrique. Pero aún hay un rasgo más, aquél que se indica en el título-firma de esta ilustración, la condición del/la artista como marca registrada. Manrique se fue transformando de una forma bastante consciente en una marca. Diseñó asimismo otras marcas. Convirtió a Lanzarote en una marca ligada y a veces indistinguible de la suya propia. Una marca bella, pero nada complaciente. Una "marca crítica". Cualquiera que conozca nuestro trabajo sabrá que estas cuestiones han sido el eje principal de nuestra actividad teórica, productiva y orgánica, sobre todo en la primera década de este siglo. "El artista es la marca, la obra es el producto", eslogan con el que se presentó nuestro equipo en los albores del milenio, o "PSJM: creación y destrucción de marcas", lema que rige nuestra actividad en determinadas actuaciones, son frases que nos unen a la obra y vida de este gran creador canario.

Todas estas cuestiones han sido consideradas a la hora de realizar el dibujo de este número dedicado al centenario del nacimiento de Manrique, donde se aborda el asunto desde otra disciplina cuya práctica compartimos con el homenajeado: la gráfica, el dibujo. Y aquí, una vez más, en la misma práctica de producción, nos vamos encontrando lazos estilísticos, una cierta sensibilidad gráfica que nos vincula al artista de Lanzarote. Si bien nuestro estilo de dibujo tiende más a una actualización digital del racionalismo de corte constructivista, también da uso de ciertas soluciones cromáticas, intersecciones y juegos lineales en los que reconocemos esa sensibilidad atlántica. Una forma de hacer, de pensar y de vivir que sentimos nuestra. Una forma siempre viva.

*PSJM. Equipo integrado por Cynthia Viera y Pablo San José