Arte en femenino. Esa es la filosofía que rige la colectiva ''La Laguna 8.5'', que se desarrolla hasta el próximo 23 de marzo, en la sala Drago del antiguo Convento de Santo Domingo, con la participación de ocho artistas nacidas en Aguere, con un total de cuarenta obras, la mayoría pinturas, además de cinco fotografías.

Esta iniciativa ha sido promovida por la artista y escritora Graciliana Montelongo, quien aclaró que "la idea es dar a conocer el arte contemporáneo en femenino de mujeres nacidas en La Laguna, porque se conoce más el arte de los hombres que el de las mujeres. Sólo queremos dar a conocernos un poco más, exponer nuevos trabajos".

Esta propuesta, que el año pasado concitó a seis creadores laguneras (''La Laguna 6.4''), ha reunido en esta ocasión a Elena Lecuona, Ana García Ramos, Gara Acosta, Cristi Pérez, Graciliana Montelongo, Arminda del Castillo, Lola del Castillo y Consuelo González, cada una de las cuales aporta cinco cuadros, excepto Cristi Pérez, que presenta cinco imágenes en las que desvela lo femenino que hay en lo masculino.

La historiadora del arte Yaiza Martín, que presentó la exposición, comentó que con esta iniciativa, en la que intervienen creadores que nacieron y viven en La Laguna, "homenajeamos esas experiencias vitales adentrándonos en la mirada, emociones y pinceles de ocho interesantes pintoras con lenguajes totalmente diferentes. Esta diversidad nos enriquece y subraya el deseo de conciliación, convivencia y construcción de un presente de entendimiento y diálogo".

La variedad de temas, estilos y técnicas, la mayoría óleos y acrílicos sobre lienzo, utilizadas por cada una de las pintores han desembocado en un escaparate muy variopinto de tendencias plásticas que transitan entre el surrealismo, el impresionismo o la abstracción, entre otras.

Los motivos plasmados en los cuadros van desde los pájaros que ha pintado con un estilo más bien figurativo Ana García Ramos, pasando por las arquitecturas y paisajes oníricos llenos de símbolos que da a conocer su madre, Arminda del Castillo.

También destacan los espacios de luces y sombras de lugares públicos en los que habita el ser humano que presenta Lola del Castillo; o los collages de Consuelo González; los personajes llenos de sensualidad que describe en sus cuadros con cierto aire impresionista Gara Acosta, o la naturaleza de los tejados que inmortaliza Elena Lecuona en sus lienzos, además de las escenas surrealistas que abrazan las propuestas plásticas de Graciliana Montelongo. El cartel de la obra, realizado por Rosario Abreu, evoca a La Rosa de los Vientos, también con ocho puntas.