Felipe VI ha elogiado hoy del escritor nicaragüense Sergio Ramírez, Premio Cervantes 2017, el hecho de que durante su vida, en la que ha combinado la política y las letras, se haya entregado "por igual al compromiso con la lengua y con la ciudadanía".

El Rey ha expresado su admiración por la figura y la trayectoria del primer literato centroamericano que gana el Cervantes durante su intervención en la ceremonia de entrega del galardón en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid).

Al comienzo de sus palabras, el jefe del Estado ha transmitido la cercanía de España con el pueblo nicaragüense en medio de la ola de protestas contra el Gobierno que preside Daniel Ortega, que ha dejado al menos 27 muertos y más de cien heridos.

"Don Sergio, en estas horas difíciles, toda España lleva a Nicaragua en su corazón", ha asegurado el Rey al dirigirse al ganador del máximo galardón de las letras hispánicas.

Además de la Reina Letizia, han acudido a la ceremonia el jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, el ministro de Educación y Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.

Como "embajador de Cervantes y de la patria de Rubén Darío", Felipe VI ha subrayado que la vida puso muchas veces al que fuera vicepresidenta de Nicaragua entre 1985 y 1990 "en la encrucijada de asumir un compromiso político activo o dedicarse a la política".

"Se ha entregado por igual al compromiso con la lengua y con la ciudadanía. De ese modo, en tiempos en que su país lo precisó, dejó las letras para abrazar una causa con la que estuvo altamente comprometido", ha valorado el Monarca.

Ramírez se integró en el Frente Sandinista a mediados de los 70 y tras el derrocamiento del dictador Anastasio Somoza (1937-1979), pasó a la primera línea de la política hasta que en 1996, defraudado con su partido y con Daniel Ortega, dejó la política para retomar su vocación literaria.

Don Felipe ha apuntado que, en el caso de Ramírez, "la historia podría haber sido diferente", cuando vio cómo "las tareas como vicepresidente y bajo el embate de un conflicto cruento, comprometían su tiempo completo y sus energías".

"Pero en lugar de resignarse, el escritor decidió robarle tiempo a la madrugada y escribir al menos dos horas cada día antes de volver a vestir la camisa de líder político", ha recordado el Rey.

Centroamericano "convencido de las posibilidades y la riqueza de una región tan intensa como querida", don Felipe ha hecho hincapié en que el escritor de Masatepe, de 75 años, "gran cronista y narrador de su país", ha sabido "navegar en aguas turbulentas y entender el poder como un accidente del que le salvó la literatura".

Además de "la generosidad y amplitud de su literatura" y de haber cultivado "magistralmente el español", el Rey ha calificado de "ingente" su obra, que incluye títulos como "Margarita, está linda la mar", "El cielo llora por mí" y "Castigo divino".

"La literatura de Ramírez se empapa de toda su patria", ha resumido el Monarca, que no ha pasado por alto el hecho de que el narrador nicaragüense siempre haya vivido en su país.

Tras enfatizar que ha dotado a la novela centroamericana de "modernidad y amplitud", el Rey ha opinado que el exdirigente sandinista representa "la continuidad de una tradición que alberga nombres propios de enorme relevancia y de influencia decisiva en las distintas generaciones literarias en lengua española desde el siglo XVI".

"Es una rama esencial de ese árbol que es la literatura de raíz cervantina", ha añadido el jefe del Estado.

Ha reconocido a Ramírez "embajador de una lengua de todos, enriquecida con la enorme herencia" de las culturas indígenas como los mayas, y relevo de grandes nombres de la literatura hispanoamericana.

Al mismo tiempo, le ha catalogado de "embajador de Cervantes y de la patria de Darío" (1867-1916).

"Con usted, ha vuelto a casa, a esta casa que es la lengua de todos", ha concluido Felipe VI en la que ha sido su cuarta entrega del Premio Cervantes desde su proclamación como rey.