El Espacio Cultural El Tanque de Santa Cruz de Tenerife se ha convertido, hasta el próximo 17 de junio, en una especie de bosque híbrido entre lo industrial y lo vegetal, que está ambientado con una música metálica envolvente que inunda la atmósfera en penumbra de un sonido que se "mete" en el cuerpo del espectador.

Esta instalación, creada "in situ" por el artista brasileño Marlon de Azambuja (Porto Alegre, 1978), se titula "Cuerpo presente" y es el resultado de una acción y una videocreación elaboradas específicamente en este peculiar escenario chicharrero por el citado creador, preocupado por los espacios y la arquitectura.

Este proyecto, comisariado por Dalia de la Rosa, está emparentado con lo que se denomina "site specific", una especie de arte instalativo que se crea para un lugar específico. Azambuja diseñó este montaje basándose en las sensaciones que le causaron el lugar y el "diálogo" plástico que entabló con el mismo.

Según explicó Dalia de la Rosa, esta propuesta comenzó el mismo día de su inauguración y se fue complementando con varias acciones. La primera fue una performance por parte del artista, que percutió durante más de una hora diferentes sonidos por el espacio El Tanque, en medio de un ambiente difuso originado por una niebla artificial.

"Se trataba de generar una pérdida de coordenadas físicas y espaciales para que el público recorriera el espacio como de una forma muy sensorial, no físicamente, en el sentido de ver cada objeto que te rodea. Se grabó un vídeo de "Cuerpo presente" y el sonido aparte".

Esta historiadora del arte calificó el sonido conseguido como "maravilloso", porque origina un efecto que se complementa muy bien con el espacio en el que se reproduce, presidido por unas "plataneras metálicas" que se van degradando con el paso del tiempo.

"Es un sonido muy metálico que no tiene un tempo muy definido, sino que el artista lo fue desarrollando de una forma un tanto aleatoria y caprichosa, asumiendo las sensaciones que le daba el espacio. Son sonidos atronadores, porque lo que le interesaba al artistas era la reverberación del espacio, porque el sonido tiene un recorrido como de once segundos. Le interesa, sobre todo, cómo ese sonido se mete en el cuerpo del espectador. El sonido quedó muy potente, con golpes fuertes que se sienten de forma corporal. Lo especial del sonido es eso, que toma cuerpo, por eso se titula Cuerpo presente. Un concepto que no es real, de forma física, pero que se convierte en una especie de cuerpo".

Con respecto al "bosque" que De Azambuja plantó en el centro del gran cilindro que es El Tanque, "el artista construyó copas de árbol, todas a la misma altura de los pilares, con hojas de platanera. Lo que quería generar era como un espacio híbrido, una especie de bosque entre lo industrial y lo vegetal. Es un espacio ordenado. Las hojas de platanera las ató con cinta aislante, material utilizar mucho en sus instalaciones".

La elección de las hojas de platanera, que fueron cedidas gratuitamente por Cooperativa Platanera de Canarias (Coplaca), Braponte Agrícola y Sociedad Agraria de Transformación, tiene su explicación lógica. "El artista me preguntó qué elemento creía yo que era importante dentro del paisaje y pudiéramos encontrar en abundancia y de forma gratuita, porque el proyecto ha sido de bajo coste. Pensé que un gran transformador del paisaje tinerfeño y canario es el cultivo de la platanera", explicó de La Rosa.

Otra de las acciones que se desarrollaron en la inauguración de este montaje en el que su autor abordó el espacio desde la experiencia directa y dirigiendo la atención hacia el interior de la situación, fue la grabación de un vídeo.

"Nuestra objetivo no es ponerlo todo al mismo tiempo, porque la idea es ver cómo funciona el espacio y lo está haciendo muy bien sólo con la instalación de hojas de platanera y el sonido. La videocreación quizás la pongamos al final del ciclo, o incluso puede que no porque el artista está estudiando el material para ver qué hace. Puede que acabe la instalación y no se haya visionado en este espacio".

Recordar que el horario de visita a la instalación es de martes a viernes, de 17:00 a 20:00 horas; y los sábados, de 11:00 a 14.00 horas. Los lunes y domingos permanecerá cerrado. La entrada es libre y gratuita.

Dalia de

la Rosa

comisaria de la instalación