Gracias a su registro de la obra maestra del piano español, "Iberia", el músico tinerfeño Gustavo Díaz Jerez recibirá mañana el máximo reconocimiento que se otorga a un intérprete de la obra de Isaac Albéniz. Será en la localidad gerundense de Camprodón, cuna del autor de "Merlín", donde el pianista y compositor santacrucero asuma la Medalla Albéniz, precedida por un concierto en el que interpretará los cuatro cuadernos de que consta la genial partitura.

"Es un gran honor recibir este premio que en cierto modo culmina mi trabajo con Iberia", declara Gustavo Díaz Jerez respecto a la distinción que se le entregará en el Monasterio de Sant Pere y que sólo otros seis pianistas han logrado hasta la fecha, entre ellos la fallecida Alicia de Larrocha, Rosa Torres-Pardo, Luis Fernando Pérez y el catedrático tinerfeño Guillermo González, gran valedor e investigador de la partitura albeniciana.

Díaz Jerez admite que, aunque sigue trabajándola, desarrolla otros proyectos musicales al margen de la obra capital de Albéniz, tan seductora como absorbente.

"Siempre está ahí -afirma respecto a Iberia-, es una obra muy brillante, que gusta al público y da mucho juego al intérprete. Cuando la abordas por primera vez, no estás con otra cosa; después, con el estudio y el paso del tiempo, luego de tocarla muchas veces, acabas haciéndola tuya".

La Sociedad Española de Musicología editó el pasado año la grabación por la que Díaz Jerez será mañana galardonado y que mereció en 2009 la calificación de "excepcional" por la revista Scherzo.

Cambio de dispositivo

Sin ser un defensor entusiasta de la música enlatada, el tinerfeño reconoce que el disco es un importante elemento promocional para el intérprete. Y advierte de que, en el ámbito de la música clásica, el punto de venta se ha desplazado desde los comercios tradicionales a la red. "Internet será a la larga la principal vía de distribución de nuestro trabajo", pronostica.

Pero no son los estudios sino las salas de conciertos las que marcan la agenda del pianista y compositor, que el próximo 23 de septiembre participará en el concierto homenaje a las víctimas del terrorismo, junto a la Orquesta de RTVE, y el Concierto para piano nº 1 para piano y orquesta de Franz Liszt sobre el teclado. La cita será en el Auditorio Nacional, pero antes le aguarda el recital que ofrecerá en Las Palmas con un programa integrado por obras de Falla y Albéniz, maestros a los que ha dedicado años de estudio.

A lo largo de la próxima temporada, Díaz-Jerez formará pareja artística con otro talento de la tierra, el clarinetista Cristo Barrios. Juntos, llevarán a los escenarios de la Europa continental un programa dedicado a los compositores canarios contemporáneos, en concreto Bonino, Vega, Ruiz, Trujillo y el propio Díaz, desdoblado como autor de las "Tres piezas para clarinete y piano". Esta obra y la de sus compañeros se escucharán nada menos que en el Auditorio Nacional de Madrid, la Concertgebouw de Ámsterdam y la Konzerthaus de Viena, entre otros importantes escenarios.

Intérprete devenido compositor, Gustavo Díaz Jerez entiende gracias a su doble faceta las necesidades -y también las obligaciones- de quien inventa una partitura y de quien la ejecuta.

"Ya pasó esa idea que estuvo vigente en los años 70, 80 y 90 de que el compositor creaba lo que le venía en gana y luego el intérprete se tenía que buscar la vida. Aquello se acabó. Pese a que la creatividad no tiene límites, hay que componer conociendo los límites del instrumento", explica.

Respecto al Septenio, proyecto gracias al cual ha sido posible presentar en el exterior el trabajo de los compositores canarios, Díaz-Jerez es consciente de las críticas que ha suscitado. Sin embargo, asume su defensa: "Creo que es en cultura, en ciencia, en investigación en lo que hay que gastar el dinero, no en chorradas".

"Es un error que se deje de invertir en cultura en tiempos de crisis -agrega-. Precisamente hay que seguir apostando por la formación de los ciudadanos, para que éstos adquieran nuevos conocimientos e incluso contemplen otras perspectivas laborales".

Preguntado por la necesidad de promover un certamen de composición, dentro o al margen del Festival de Música de Canarias, Díaz Jerez estima que una iniciativa así "se podría promover". Pero a continuación da un giro de 180 grados para matizar con firmeza: "Estoy en contra de cualquier tipo de concurso, no sólo para compositores. Rechazo la competición entre artistas. No hay nada más antagónico al arte que el deporte, y los concursos tienen un componente deportivo que odio. No digo que no sirvan como plataforma de promoción -concluye-, pero creo que ya hay demasiados certámenes. En todos los ámbitos".