Hace más de veinte años que deseaba visitar Samarcanda. Había leído mucho sobre esta mítica ciudad de Asia Central. La ruta de la seda y su situación en ese histórico camino, en el centro de la misma, y su más importante enclave. También me recordaba a "Las mil y una noches". Libros y películas sobre Samarcanda: maravillosa siempre. Hasta su nombre es bonito. Ya Alejandro Magno dijo que Samarcanda era "mucho más bella de lo que había imaginado".

Y llegó la ocasión de conocerla este otoño. Samarcanda es una de las ciudades más poblada de Uzbekistán. Y desde luego la más atrayente y la más conocida.

Uzbekistán es uno de los países que a principios de los noventa del siglo XX adquirió la independencia tras el colapso de la Unión Soviética. Los países bálticos -Lituania, Letonia y Estonia-, Ucrania, Bielorrusia, territorios del mar Negro -Moldavia, Georgia,- Armenia, Mar Caspio -Azerbaiyán- y cinco del Asia Central -Kazajistán, Kirguizistán, Tayikistán, Turmekistán y Uzbekistán-.

Todos los países que terminan en "istán", significan "tierra de". En este caso, por tanto, Uzbekistán es tierra de los uzbekos, pueblo que históricamente está asentado en estos territorios.

Samarcanda tiene muchísimos tesoros que ver y apreciar. Ya el diplomático del rey de Castilla Enrique III Rui González de Clavijo estuvo por estas tierras en 1402 y lo dejó plasmado con todo detalle en su libro "Misión diplomática". Desde el observatorio astronómico de Ulug Beg, uno de los sabios científicos del mundo, hasta el lugar donde está enterrado, el profeta Daniel -profeta de tres religiones, cristiana, musulmana y judía- a Shah-i-Zinda donde hay infinidad de mausoleos -a cual más bello- y mezquitas y madrasas, donde se enseña el Islam. Asimismo hay que destacar la mezquita principal -que lleva el nombre de una de las esposas de Tamerlán- Bibi Khanum. El precioso color turquesa predomina por doquier.

Pero lo que verdaderamente sobrecoge por su belleza es la magnífica plaza Registán. George Curzon dijo en su libro "Rusia y Asia Central", publicado en 1899, que era "la más bella plaza del mundo". Tuvimos la suerte de llegar a Samarcanda el día de la ciudad, y vimos un espectáculo visual en la plaza de Registán que quedará para siempre en nuestras retinas. A través de una pléyade de montajes se recorrió toda la importante historia de Uzbekistán, desde la gloria del emperador Tamerlán, conquistador del mundo, cuyos dominios se extendían por el este hasta Esmirna (Turquía) y por el oeste hasta la India, hasta los nuevos tiempos de la independencia desde 1991. Al día siguiente, volvimos a ir a una de las plazas más bonitas del mundo, y apreciamos ya tranquilamente su magnificencia y belleza, y su espectacular mezquita. También, en una dura subida, escalamos el más alto de los minaretes a través de una escalera de caracol, y vimos una belleza sin igual.

Imaginamos cómo sería la plaza Registán en la época más transitada de la ruta de la seda. Calum MacLeod y Bradley Mayhew en su libro "The golden road to Samarkand" indican que las caravanas constaban de más de 1.000 camellos y cada 25 kilómetros tenían un centro de comercio. Las inmensas caravanas traían de todo para vender: desde la muy preciada seda hasta las alfombras mejores del mundo. Pasamos también mucho tiempo mirando, meditando y admirando con placer todos los edificios que la rodean y que la Unesco ha designado como Patrimonio de la Humanidad.

La capital de Uzbekistán es Tashkent. En la época soviética era la cuarta ciudad con más habitantes de la URSS, solo superada por Moscú, San Petersburgo y Kiev, la actual capital de Ucrania. Es una urbe de más de dos millones de habitantes y con una gran actividad económica. Como consecuencia del terremoto de 1958 fue prácticamente destruída y los arquitectos de la época soviética la remodelaron con enormes avenidas. En Tashkent se encuentra la única copia existente en el mundo del libro del Corán original, fuertemente custodiada.

Bujara es la tercera ciudad que visitamos en Uzbekistán. Muy famosa por sus inimitables alfombras -solo igualadas en el mundo por las de Ispahan (Persia)- es una ciudad que poco a poco va adquiriendo vitalidad. Según National Geographic, es la ciudad más conquistada de la historia.

Uzbekistán se ha desarrollado mucho desde la independencia. Además su población ha crecido de los 20 a los 33 millones de personas. Sus transportes públicos incluyen un AVE ferroviario desde Tashkent a Samarcanda y de ahí a Bujara. Hicimos el trayecto hasta Samarcanda. Y hasta Bujara lo recorrimos en guagua. A lo largo del trayecto pudimos observar que el algodón -es uno de los países más productores del mundo- sigue siendo fundamental en la economía de este país asiático.

Samarcanda belleza sin fin. Uzbekistán en Asia Central país que hay que visitar sin duda.

*Presidente de TuSantaCruz