Botón y manguita para primavera, tendencia de moda

Con lunares, psicodélicas, a cuadros, de pata de gallo o inspiradas en piezas clásicas de la pintura contemporánea... Pero, sobre todo, con botones y manguita corta. Si la camisa se postula como el uniforme de esta primavera, las tiendas Regaliz Funwear en Las Palmas de Gran Canaria son la parada obligatoria de quienes buscan comodidad y tendencia.

La variedad de camisas abotonadas que cuelgan esta temporada en los escaparates y percheros de las boutiques constatan el retorno por todo lo alto de unas prendas que nunca han desaparecido de los armarios aunque ahora vuelven con mayor protagonismo.

Regaliz Funwear comercializa, entre otras, las diseñadas por la marca Otherwise que, elaboradas en algodón orgánico, tienen un precio de 65 euros, pero tanto las prendas multimarca como las de firmas exclusivas ofrecen un amplio abanico de diseños y estampados que van desde los más atrevidos en cuadros o figuras y líneas irregulares a las discretas monocolor, perfectas para quienes huyen de las estridencias.

En 1900, Brooks Brothers revolucionó la moda al inventar el cuello abotonado. John Brooks, nieto del fundador de la firma, Henry S. Brooks, presenció un partido de polo en Inglaterra, en 1896, donde los jugadores se sujetaban el cuello con alfileres para evitar que ondeara durante el juego.

No obstante, fue durante la Primera Guerra Mundial (1914 - 1918) cuando la camisa de manga corta ganó popularidad gracias a la Marina de los Estados Unidos.

Los marineros, que necesitaban una prenda cómoda y práctica para trabajar en climas cálidos, adoptaron las camisetas blancas de manga corta como parte de su uniforme habitual. 

Sin embargo, es en la década de 1950 cuando surgen los modelos abotonados de manga corta como los conocemos en la actualidad. 

Pese a no ser fruto de la ciencia espacial, la camisa de vestir de manga corta entra en escena, en ocasiones combinada con una corbata, a raíz de la popularidad que en esa época alcanzaron los profesionales de la NASA, la agencia espacial estadounidense, y toda una nueva generación de trabajadores de oficina del ámbito tecnológico que lucían con elegancia dichas prendas en las instalaciones de la calurosa Florida donde se ubica el Centro Espacial Kennedy, principal sede de la NASA.