Akira, el restaurante canario que presume de recetas japonesas tradicionales y producto kilómetro cero

El gusto y la tradición por la cocina de Japón que históricamente ha caracterizado a Las Palmas de Gran Canaria, donde se abrió en 1967 el primer restaurante en España de comida japonesa, cuenta desde hace unos meses con Akira, un nuevo negocio cuyas recetas, tan respetuosas con el tradicional recetario nipón como abiertas a la innovación, han despertado la curiosidad de los aficionados grancanarios a esta gastronomía aunque, como reconoce uno de los responsables del establecimiento, “cada día vienen más japoneses a comer a nuestro negocio”, un dato que habla por sí solo de este nuevo espacio comidista.

“En Akira apostamos por los sabores puros característicos de la cocina japonesa pero sin miedo a desarrollar algún plato moderno como las algas en textura, los uramakis premium, futomaki tempurizado o, entre otros, el sushi flambeado”, explican Juan y José Hernández, propietarios de este prometedor y novedoso restaurante. 

El tiradito de vieiras con salsa ácida de sésamo, siempre con matices que recuerden a la cultura gastronómica japonesa, es otra propuestas del restaurante Akira digna de reseñar junto a las gyozas totalmente caseras —ojo a las de verduras y setas—, el tsukune de pollo o cerdo (albóndigas japonesas ensartadas), yakitori, tori karaage, el primero pincho de pollo con puerro y salsa teriyaki, o el torikaraage “que elaboramos con un rebozado espectacular y alioli de ajo tostado y cilantro” se han ganado un hueco entre los paladares de los grancanarios aficionados a la cocina japonesa, al igual que las tempuras de calamar, langostino y verduras, crujientes y sabrosas. 

Los chefs de Akira

Palabras mayores, los fideos de batata con vegetales. Al frente de la cocina de Akira se encuentran los cocineros Marvin y Cristian, con amplia experiencia en cocina internacional y formados en la elaboración de platos japoneses calientes. A cargo del sushi está Alberto Colmenares, venezolano con muchos años de rodaje en diferentes países, aunque destaca Miami, en Estados Unidos, como su mejor escuela. 

Bebidas a la altura

Asimismo, Ámbar, Soraya, Álex y Jericó apoyan desde la sala al resto de un equipo tan eficaz como bien organizado. Y como no hay mesa que valga la pena sin un buen acompañamiento, Akira cuenta con inmejorables vinos y una carta variada de espumosos, cavas y champán que maridan a la perfección con el sushi y sashimi. Entre los postres cabe reseñar el flan de miso dulcesalado con almendras y miel de azahar, una creación propia de Akira, así como el tiramisú de té matcha, que no deja indiferente a ningún comensal.