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Los expertos abogan por sistemas complementarios de pensiones

La reforma de las pensiones, la sostenibilidad del sistema y el impulso de la previsión social que promueven las empresas de cara a la jubilación, ejes de una mesa redonda organizada por EL PERIÓDICO DE ESPAÑA

Expertos de la mesa redonda.

Expertos de la mesa redonda. / Jorge Zorilla

Cristina Andrade

España es un país cada vez más envejecido. La pensión media en nuestro país asciende a 1.189 euros y la inquietud por el futuro del sistema es cada vez mayor. Los datos del CIS indican que es hoy una de las diez principales preocupaciones de los ciudadanos españoles.

La actual situación demográfica y económica, con la nueva reforma de las pensiones como telón de fondo, ha evidenciado un déficit en la propia estructura de las contribuciones y ha dado lugar al planteamiento de diferentes alternativas a los planes tradicionales.

Una de las opciones que propone el nuevo escenario es el ahorro complementario a través de las empresas que, impulsado por la nueva Ley de Planes de Pensiones de Empleo, trata de extender la previsión social más allá de los sistemas privados.

Bajo el título Bienestar financiero para la jubilación, un grupo de expertos de diferentes ámbitos han reflexionado en torno a la sostenibilidad del sistema actual de pensiones en un encuentro organizado por Prensa Ibérica y EL PERIÓDICO DE ESPAÑA con el patrocinio de Nationale-Nederlanden Employee Benefits. El debate sobre la previsión social incidió de forma recurrente en la importancia de los tres pilares fundamentales de la estructura de las pensiones: la seguridad social, el ahorro empresarial y el ahorro individual.

Reforma de las pensiones

Las pensiones afrontan en estos momentos una nueva reforma que traerá consigo cambios en el sistema. A este respecto, Juan Marina, director de Nationale-Nederlanden Employee Benefits, aseguró que "cualquier reforma que aborde el tema de las pensiones es necesaria".

Actualmente, "el salario más habitual en España es de 18.000 euros al año y la pensión media está por encima de esa cuantía", lo que llevó a Marina a preguntarse si realmente los asalariados ven la necesidad de ahorrar. "Quizá se les está trasladando un mensaje que no es el adecuado: no vas a tener ningún problema y no es necesario ahorrar para la jubilación".

Carlos Bravo, secretario de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO, cree, por el contrario, que lo que "se transmite con un acuerdo de pensiones como este es tranquilidad a la ciudadanía". Para el representante sindical, "esta reforma es el colofón de un retorno al paradigma que se desarrolla desde 1995 para mantener un sistema de pensiones comparable a las distintas generaciones".

El representante de CCOO señaló también que "la gente tiene una expectativa de pensión razonable, aunque desde luego, está lejos de ser completa en la mayoría de los casos. Pero esto no tiene por qué ser un impedimento para desarrollar sistemas complementarios de pensiones que sean buenos para el conjunto de la economía, no solo para las personas que los tienen", expresó.

La cultura del ahorro de cara a la jubilación se revela, en todo caso, como un aspecto clave en la planificación financiera de los ciudadanos. Carlos Esquivias, gerente de la Comisión de Vida y Pensiones de Unespa, aseguró, por su parte, que la acumulación de déficit en los últimos años ha llevado a abordar la reforma de las pensiones.

El experto de la patronal de las aseguradoras se preguntó cómo han acometido esta reforma otros países de nuestro entorno y explicó que fundamentalmente han actuado sobre dos elementos, los gastos y los ingresos. "Esto hace que al final, la sostenibilidad a largo plazo de los sistemas sea más fácil, y las medidas se vayan tomando poco a poco para que el impacto no sea muy elevado", añadió.

Esquivias considera que la actual reforma de las pensiones "carga demasiado esfuerzo en la parte empresarial y va a suponer un incremento de los costes de las empresas". En esta misma idea coincidieron otros integrantes de la mesa redonda. El director de Nationale-Nederlanden Employee Benefits ve también una carga evidente en las empresas y señaló que "aparte de la tasa de solidaridad, el mecanismo de equidad intergeneracional (MEI) y el incremento de las bases de cotización, van a pedir a las empresas aportaciones en planes de pensiones de empleo".

Álvaro Granado, responsable del área de Pensiones de KPMG Abogados, cuestionó «si esta reforma del sistema público está cargando prácticamente todo el coste en autónomos y compañías". Recordó que España tiene una población envejecida -"vivimos más y la natalidad es baja"- y se preguntó "si una estructura demográfica como la española va a poder sostener esta reforma". Granado considera clave este factor porque «al final lo que se pretende es que las coberturas del sistema no cambien y se garantice en los próximos 50 años lo mismo que se ha garantizado en los últimos 50 años».

Ahorro complementario

El periodista Juan Carlos Lozano, conductor del acto, preguntó a los expertos hasta qué punto va a ser necesario que los ciudadanos complementen sus pensiones a través de las empresas. Desde CCOO, Carlos Bravo se mostró partidario de mantener para futuras generaciones un sistema de pensiones equiparable al actual y aseguró que esto no representa "en modo alguno" una limitación al desarrollo de sistemas complementarios. Explicó que en España «la pensión media se sitúa en torno al 73% del último salario del trabajador, con lo que hay un amplio margen" para desarrollar este tipo de complementos. Juan Marina afirmó, por su parte, que va a seguir siendo indispensable "completar las pensiones, sobre todo en salarios más elevados, que van a seguir teniendo un desfase más alto en el momento en el que se jubilen".

Granado señaló, en este sentido, que "llevamos muchos años sin que la previsión social complementaria se haya desarrollado correctamente". Defiende el primer pilar, la seguridad social, "ya que es básico", pero ve cada vez "más necesario que este se apoye en el ahorro privado porque, si no, a largo plazo, las pensiones públicas se van a tener que reducir". "Es complicado soportar las pensiones tal y como están hoy definidas en la ley", concluyó. Bravo ponía el acento en la diferente percepción social de la pensión complementaria que, a su juicio, se da, sobre todo, "en aquellos sectores y empresas que tienen mejor estabilidad en el empleo y mejores salarios", ya que en aquellas "donde el salario es más bajo y la calidad del empleo es menor, la prioridad de los trabajadores no es crear sistemas complementarios de pensiones sino mejorar la estabilidad del empleo". Considera por ello que "para que haya previsión social complementaria tiene que haber antes estabilidad en el empleo y salarios que te permitan vivir".

Esquivias cree que "las cifras demuestran que la necesidad de desarrollar la previsión social complementaria es absoluta". Lamentó que "solo un 10%-15% de los trabajadores tienen un sistema complementario de empleo; los demás, no" y recordó que estos "están concentrados en grandes empresas públicas que luego se privatizaron". Agregó que "desgraciadamente, la mayor parte de nuestro tejido empresarial son pymes que carecen de estos sistemas".

Esquivias puso de ejemplo el sistema de previsión social británico (Automatic Enrollment), que impulsa el segundo pilar -el ahorro complementario empresarial- generalizándolo "a todos los trabajadores, rentas medias y bajas, mujeres, y pymes".

En referencia a las ventajas fiscales y a las cotizaciones a las que pueden acogerse las empresas y los empleados, Bravo enfatizó "la función social de los incentivos fiscales" y explicó que "cuando uno ve dónde se concentran los incentivos, comprueba que estos tienen una relación inversamente proporcional a la renta". Denunció que "el sistema de incentivos en los sistemas complementarios de pensiones es regresivo, ya que beneficia a las rentas más altas".

Esquivias apuntó, sin embargo, que "la regresividad es relativa", aunque reconoció que "los incentivos dados a las empresas para conseguir la generalización de la previsión social a todos los trabajadores son escasos". Bravo recordó que aumenta la esperanza de vida mientras existen tasas muy bajas de natalidad, y que este desequilibrio se compensará "con movimientos migratorios". Juan Marina apuntó, por su parte, que "la inmigración puede ser una solución, pero no la solución a nuestro problema".

El modelo vasco

Frente al sistema británico, Marina apuntó al País Vasco como modelo a seguir en el resto de España para impulsar el ahorro complementario. "Siempre pensamos en lo que tienen los demás y hay veces que lo tenemos mucho más cerca; creo que podríamos aprender de lo que se hace en el País Vasco". "Allí los ciudadanos sí ahorran", concluyó.