La capital de la crítica

Menos mal que el calendario del carnaval tiene días tranquilos como el de ayer, ideal para limpiar un poco, y para preparar el fin de semana de piñata que, si la borrasca que viene lo permite, será fuerte porque hay mucha gente que, debido a la DANA anterior, apenas ha pisado la calle.

Quien si estuvo aquí fue Manolo Peña, presidente, Jefe de Protocolo de Mamels y Marqués de la Noria. Venía contento porque, después de cinco años, el encuentro de murgas de Candelaria se volverá a celebrar en esta edición; y es, todo hay que decirlo, por la generosidad y el interés de los grupos de Las Palmas que han olvidado sus exigencias iniciales y le han dado el sí quiero a la Villa Mariana.

Los inicios

Recordé con Manolo el inicio del encuentro, allá por el año 2002; yo ejercía de representante de las murgas tinerfeñas y nunca olvidaré aquel tenso café con el entonces concejal de Fiestas José Carlos Acha, que no entendía el motivo de la celebración en otro municipio; las murgas canarionas que se negaban a hacerlo en Santa Cruz y, mientras tanto, el concejal Alfredo Arencibia, buscando dinero debajo de las piedras para que aquel viejo anhelo murguero de que se enfrentasen las tres ganadoras de ambas capitales canarias, fuera un éxito.

Como ha sido desde entonces, a pesar de que, algún concejal candelariero, ha querido cargárselo definitivamente.

Parece que este año si; que todos arrimaron el hombro, cosa que me alegra, para que Candelaria se convierta, la próxima semana, en la capital de la crítica.