La cantina ilegal

Una feria más cercana

Feria del Carnaval.

Feria del Carnaval. / María Pisaca

Pedro Mengibar

Pedro Mengibar

Anoche tuve una noche tranquila y es que, al ser festivo, los grupos ensayaron a media tarde y a eso de las once ya no había ni un alma. A punto de cerrar apareció mi amigo Juan el Honesto. Su apodo le viene dado porque, tan pronto reconoce lo que está bien hecho, como pone a caldo a quien sea, si hay algo que piensa que es un desastre.

Y la conversa de anoche dio prueba de ello. Juan me reconoció que le parece genial que la feria del Carnaval se instale en la explanada del muelle, más cercana al corazón de la fiesta. Esa cercanía le dará más vida al entorno de la Plaza España. Evitará tener que patear un buen rato hacia el emplazamiento de los últimos años y permitirá cerrar el cuadrilátero a la altura del túnel de Tres de Mayo en lugar de hacerlo en el Auditorio. Todo un acierto como argumenta El Honesto y con el que estoy de acuerdo.

En el lado opuesto seguiremos encontrando un elevado coste de las atracciones, casetas o puestos de condumio, algo que provocó que un año le embargaran la nómina a mi amigo, porque dejó de pagar el préstamo que pidió al banco para poder llevar a los niños unos días a la feria. Sé que es imposible pero si se pudiera arrancar de los feriantes una bajada de precios, la uniríamos al traslado al centro de la fiesta y podríamos presumir de tener, en todos los sentidos, una feria más cercana. n

Tracking Pixel Contents