Diablos Locos son mucho más que porteros de discoteca

Dirigidos por Tomy Carvajal y con el exquisito montaje de Acaymo Correa, son un CD. Encogen el alma de la potencia, fuerza... Optan al Óscar a la mejor banda sonora. El recinto ferial se viene abajo. ¡Qué grandes! Diablos, a punto de ser descalificados por tener más de 5.500 componentes.

De la presentación, al opio del pueblo, su pasacalle, Y de ahí, “Comienza la revolución”, sin dar tregua. Primer tema, con el sello de Idafe González, letrista también de Mamelones, en el que desgranan las prohibiciones de los tiempos de represión para sacar la bandera arco íris, para acabar cantando viva el amor, viva la revolución. De ahí, a la crítica a los políticos que prefieren el circuito del motor a ayudar a la gente, para lamentar la mala gestión, hasta el punto de matar a estar tierra, según cantan. Y... canto por un Carnaval digno, después de reprochar el chanchullo de las entradas, luego la amnistía. Un tema crítico, bien cantando; pero Diablos ha tenido muchos temas mejores; cualquiera de los dos de fases, mejor que este.

Quedaba el segundo. Muy bueno tendría que ser para estar en lo más alto del pódium. Son los porteros, se presentaban a ritmo de 'Nochentera'; era cuestión de que no se quedaran en la puerta y subieran a lo más alto.

Abre la discoteca, y comiezan a desfilar personajes que están en la cola para acceder, como Rosa. Y para colas, las de sanidad o la autopista. Crítica, humor... con el sello de Víctor Asensio 'El Maestro. Luego llegó la despedida de soltera, en la que está Bermúdez, con escolta, “es colto es usted”. Se echa de menos espectáculos de años anteriores, cuando han sido mucho más.