Carnaval 2024 | Protagonistas de la fiesta
De tal murguera, tal murguero infantil
Siete antiguas componentes de Marchilongas hoy ceden el testigo a sus hijos, en Mamelones

Fotografía de familia de Bea, Macu, Patricia, Belén, Beatriz, Yurena y Saray con sus hijos en la Casa del Miedo. / Andrés Gutiérrez

Mucho se habla del relevo generacional en el Carnaval. Bea, Macu, Patricia, Belén, Beatriz, Yurena y Saray antes cantaban en el concurso de murgas y irán de público para animar a sus vástagos.
Que el Carnaval se transmite de padres a hijos no es una frase hecha en Santa Cruz de Tenerife. Basta con ver el caso de Bea, Macu, Patricia, Belén, Beatriz, Yurena y Saray, que en el pasado fueron componentes Marchilongas, murga femenina decana de la fiesta chicharrera, cuando subían a la tarima para protagonizar el concurso más esperado y ahora ceden la trompeta, a modo de testigo, a sus hijos, que militan en la infantil Mamelones.
Con estas siete marchilongas el relevo generacional está garantizado, con ocho integrantes de la cantera de la Casa del Miedo; curiosidades de la vida, aunque el lector podría entender las integrantes en el pasado de la murga femenina de Taco se pusieron de acuerdo para poner a sus vástagos en la misma murga infantil, lo cierto es que se da la paradoja que en el pasado militaron en la misma formación aunque en etapas diferentes y se vinieron a conocer en Mamelucos, en la puerta del local esperando que salgan de los ensayos.
Bea Herrera y Nadinne, de 15 años
Ocho y media de la tarde del último lunes antes de que arranque este jueves el concurso de murgas infantiles que abrirá precisamente Mamelones, el local donde convoca Bea Herrera, la capitana, como se definen algunas de las madres que esperan a la puerta del local de la Casa del Miedo a que acaba el ensayo porque ha sido la persona que motivó el reportaje y se encargó de citarlas.
Bea Herrera Marichal bien puede presumir de haber sido murguera antes que madre, si bien la pasión por este género estrella del Carnaval se lo ha transmitido a su hija, Nadinne. Nadie le puede negar su bagaje en las murgas, con dieciséis años en las filas de Marchilongas, en las que cerró su etapa hace ocho años, si bien luego salió tres con Klandestinas y este año cambia de género. Deja atrás la trompeta y desde hace cuatro años milita como componente de la agrupación musical Salsabor.
Esta murguera curtida en Marchilongas se incorporó a este colectivo por la proximidad de su domicilio con el local de ensayo de la formación que preside Tere Reyes enTaco, pues vive en El Sobradillo, en el Suroeste santacrucero. Viene de familia murguera, con el recordado Panchi y Lolo, en las filas de Diablos Locos, y sus hermanas Rosi y Begoña, que también salieron con Bea en Marchilongas.
Su Nadinne, de 15 años, se estrena esta edición en las filas de Mamelones porque fue la murga infantil con la que quería salir al Carnaval, como le dijo a sus padres: la propia Bea y Moisés Hernández González, un diablo locos con 31 años de trayectoria.
El mismo carisma de su madre a la hora de convocar a otras madres para este reportaje parece tenerlo su hija, Nadinne, que entusiasmó a otras amigas para sumarse este año a las filas de Mamelones.
Macu Darias y Karla, de 14 años
Karla, de 14 años, se estrena en murgas infantiles de la mano de Mamelones y, en particular, animada por Nadinne, vecina, amiga y ahora compañeras murgueras en la Casa del Miedo.
Por las venas de Karla corre sangre murguera, gracias a su madre, Macu Darias, durante años quince componente de Marchilongas. El hecho de que ambas familias vivan en El Sobradillo facilitó que las dos adolescentes convencieran a madres para salir juntas en la cantera de la Casa del Miedo.
Macu salió por última vez en la murga femenina decana en 2012 y trece años después cambia la tarima con la espera por fuera del local de ensayo de Mamelones para recoger a su hija, y no con pocos esfuerzos, pues debe simultanear su trabajo como cajera de Alcampo para atender los horarios de ensayo. Compañeras también en el Instituto Las Veredillas, en El Sobradillo, Macu recuerda que tanto Nadinne como Karla se iniciaron como mascotas en Marchilongas.
Patricia González y Hugo, de 11 años, y Alba, de 7
El Carnaval tampoco le es ajeno a Patricia González Gil, quien salió un año en Marchilongas, en 1999, la edición en la que dejó de participar Ni Picas-Ni Cortas, de la que procedía. No se queda ahí su trayectoria murguera, por también milito dos años en Ni Muchas-Ni Pocas, cuando promovió su fundación Sandra Correa.
El Carnaval y amigos comunes arroparon el encuentro entre Patricia y Pedro, una de las voces privilegiadas de Mamelucos durante 28 y que militó dos en Mamelones, aunque muchos lo recuerdan por su imitación de Rocío Jurado.
El amor por el Carnaval y las murgas permiten que sus hijos, Hugo, de once años, yAlba, de siete, cuenten su vida por ediciones de participación en la fiesta.
Belén Brito y Ayelén, de 15 años
ADN de Carnaval en esta familia. Belén, fundadora de Marchilongas, su padre, José Falcón, integrante de Caraduras y Trabas.
Este año se estrena en Mamelones su hija Ayelén, si bien está curtida en el mundo de las murgas infantiles porque durante seis ediciones militó en la formaciónRebobinados, de Romén Soriano, hasta que dejó de salir en 2020, cuando la formación de la cantera de El Sobradillo cerró sus puertas en la Casa Verde.
En la casa de la familia Falcón Brito, junto a los progenitores, Jose y Belén, y su hija Ayelén, también formó parte en el pasado de Rebobinados su otro hijo, Ancor, que ya suma diecinueve años y que militó en la formación de El Sobradillo que con el montaje de Rubén García y letras de Carlos Casanova protagonizó gran parte de la revolución del concurso, que obtuvo el reconocimiento del jurado y también del público.
Beatriz Jerez y Arya, de 4 años
Beatriz Jerez, la mamá de Aryam fue componente de Marchilongas, en la que participó en tres ediciones, en los años comprendidos entre 2010 y 2012, si bien su trayectoria murguera se amplió a posteriori cuando participó en la fundación de MasQLocas, de la que incluso fue directiva, en los primeros pasos de esta murga femenina en la etapa que fue directiva Cathaysa Expósito.
Beatriz recuerda que se incorporó a la murga femenina decana delCarnaval animada por Isabel Santos Arteaga, percusionista y que fuera directora de Marchilongas en el pasado así como prima hermana de su padre, Francisco Jerez Arteaga, quien también militó en grupos críticos del Carnaval. Francisco Jerez militó en la recordada murga adulta Los Magüeis, que participó en los concursos comprendidos entre los años 1984 y 1986, cuando se celebraban en la plaza de toros.
Y el vínculo con el Carnaval se torna también en historia de amor, pues Beatriz es la esposa de Alberto Justo, el sucesor de Manolo Peña en Mamelones, quien ha encontrado la pócima mágica de la nueva generación Mamel’s de la mano del diablo loco Idafe González, que siendo trónico escribe letras a Mamelones y sus años de colaboración se cuenta por premios. Completa el tridente del éxito de la Casa del Miedo Xerach Casanova, responsable musical de la cantera. Fruto de la unión entre Beatriz Jerez y Alberto Justo, Arya. La pequeña tiene cuatro años y sale desde 2023 como mascota, y se convirtió en talismán de esta formación, cuando el jurado le otorgó el primer premio de Interpretación.
Yurena Quesada y Cloe, de 14 años
Mucho Carnaval también atesora Yurena Quesada, hermana de Santi Quesada, hasta hace pocos años componente de la murga de ElCardonal, Los Bambones. Solo un apunte antes de continuar la historia de Yurena: sus sobrinos Julen y Alba –los hijos de Santi– también han crecido en el mundo de la máscara de la mano de las murgas. Alba militó en Bambas y en la actualidad ha dado el salto de la crítica a la agrupación musical Salsabor, con la que se estrena esta edición coincidiendo con el reencuentro de la formación de Yurena Delgado La Negra, dejando atrás el año sabático que adoptaron en 2023.
Julen, hermano de Alba y sobrino de Yurena, también mamó Carnaval, y murgas en particular, como componente de Redoblones, que con la perspectiva del tiempo se convirtió en una escuela.
Ya en primera persona, Yurena es murga en vena. Es de las componentes que, aunque no acaparan titulares porque no hacen letras, montan temas o dirigen, protagonizan la parte más importante de un grupo de cualquier modalidad: ser componente y dar cuerpo para poder subir a los escenarios y mostrar el trabajo realizado durante los ensayos. Incluso cuando cierra su negocio de chapa y pintura de vehículos para dedicarse a la familia y mimando a la cantera del Carnaval.
¡Que le vengan a contar a Yurena lo que es una murga!, con doce años en Bambas y luego dos en Marchilongas. Y se quedó con ganas porque hasta inculcó esta pasión a su hija Cloe, que con solo dos años ya salió de mascota en la murga infantil Bambas... El tiempo ha pasado. Cloe García Quesada ya tiene 14 años y se estrena esta edición en las filas de Mamelones, que abre el concurso que se celebra este jueves en el recinto.
Saray Vera y Claudia, de 16 años
Saray Vera, madre de Claudia, es un ejemplo del esfuerzo que hacen los padres para acompañar a sus hijos cuando los focos ni las cámaras están dirigidas al Carnaval. Llega deprisa y corriendo para aportar su testimonio como madre murguera que militó en Marchilongas y hoy su hija está en Mamelones, aunque eso le suponga realizar varias decenas de kilómetros desde el Carolan de La Orotava hasta la calle de La Noria.
Pero el esfuerzo no solo es de agradecer sino que permite la cuadratura del círculo al incremento de componentes en las filas de la cantera de la Casa del Miedo, pues un primo de la propia Saray, Jonay Ramos Vera, fue quien invitó a Claudia a sumarse a Mamelones en un Festival de Murgas que se celebró en La Cuesta. Y Claudia no se incorporó sola, sino que llegó acompañada por Nadinne y Karla; la primera era un bebé y la segunda estaba en la barriga de su madre en su primera toma de contacto con el Carnaval...
Saray militó enMarchilongas entre 2009 y 2020, cuando el confinamiento la llevó a desistir del esfuerzo de ir cada noche al local a ensayar. Y es que Saray no se daba tregua, pues en 2016 –cuando no salió con la murga– disfrutó de la experiencia de salir con su hija en la agrupación coreográfica Azahar, si bien ya en 2017 Claudia salió como componente de Bambas y ya en 2023 se sumó a Mamelones. Y si la propia Claudia no siguió con el baile fue porque una lesión le llevó a cerrar esta etapa para sumarse a la murga.
Además de su madre, la familia paterna de Claudia también es murguera, caso de Mario y Miguel Ángel, además de Jonay, que lleva cuatro años en Mamelucos y antes militó enNi Pico y La Traviata.
A Claudia le quedan dos años para cerrar su etapa en murgas infantiles y ya su madre se plantea un nuevo esfuerzo: volver a salir madre en hijas en Marchilongas.
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