Este lunes se dio el pistoletazo de salida al Carnaval 2024 con el esperado y tradicional sorteo del orden de participación de los diversos grupos del Carnaval. El acto se celebró en el salón de actos de Cajasiete con la presencia de numerosos representantes de los colectivos que integran la fiesta. El Organismo Autónomo de Fiestas y Actividades Recreativas (OAFAR) del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife celebró esta tarde el sorteo que ha determinado el orden de participación de los grupos inscritos el Carnaval en sus respectivos concursos. La cita tuvo lugar en el salón de actos de Cajasiete y contó con la presencia del concejal responsable del área, Javier Caraballero. Al sorteo acudió un numeroso público vinculado a la fiesta, así como representantes de todas las formaciones carnavaleras.
De esta forma, cerca de un centenar de agrupaciones conocen desde hoy el orden con el que actuarán en los distintos concursos y certámenes incluidos en el Carnaval 2024 de Santa Cruz de Tenerife.
Participantes por modalidad
Murgas infantiles, del 18 al 20 de enero.
El recinto ferial estrena el escenario de Nareme Melián y dedicado a la televisión el 18 de enero, con la primera de las tres fases de murgas infantiles. Estos son los colectivos de esta modalidad que conocerán esta tarde cuándo actúan en el Carnaval 2024: Guachi infantil, Triqui-Traquitos, Sofocados, Frikywiky’s, Mamelones, Pita-Pitos, El Cabito, Chinchositos, Lenguas Largas, Castorcitos, Los Carricitos, Redoblones, Distraídos, Retorciditos, Raviscuditos y Disimulados. En las dos últimas semanas se ha confirmado la baja de la decana Rebeldes –ausencia por primera vez en sus 51 años de historia– y de Revoltosos, de Añaza.
Festival coreográfico, domingo 21 de enero.
La modalidad en auge y que estrena premios en Presentación e Interpretación sortea esta tarde la actuación de Azahar, Funkyguachi, Loli Pérez, Yu - Funk Dance School, Ibaute, Crazy Dancer, Crew of Dreams, Ballet Dance, Luther King San Miguel, Odali Star, Patronato de Cultura de Arona, Moana, la decana Los Bohemios, Star Dance, LS Tribu, Onys, Wild Dance, Club Deportivo Andreina Acosta y Escuela de Baile de Los Realejos. Decidió quedarse fuera En Paralelo, con sede en La Laguna y Candelaria.
Murgas adultas, del 22 al 24 de enero.
El 6 de enero llegan los Reyes Magos y del 22 al 24 de enero están en el recinto ferial los reyes de la crítica y el pasacalle: Triqui-Traques, Trabachones, Bambones, Burlonas, Mamelucos, Ni Pico-Ni Corto, Tras con Tras, Diablos Locos, Zeta - Zetas, Desbocados, Chinchosos, Diabólicas, Marchilongas, Desatadas, La Sonora, Sofocadas y Guachinquietas. En calidad de invitada a concursar por ser la ganadora del Norte en 2023, Irónicos, mientras que Trapaseros dejó en 2019 el certamen que fundó por estar en Santa Cruz, pasos que siguen esta edición Los Tiralenguas, de José Antonio Vera.
Se mantiene el mismo número de participantes que en 2023 pero no los mismos protagonistas, pues Ni Muchas-Ni Pocas, de Laura Sierra, no estará el Carnaval de la Televisión, al igual que ocurre con Klandestinas, de Cintia Prendes. Dos bajas y dos altas con la suma de Guachinquietas, llegada de la murga infantil Guachi que se hace grande también este año –además de su grupo coreográfico– más Tiralenguas, de José AntonioVera, que deja el Norte por el concurso de Santa Cruz.
Agrupaciones musicales, sábado 27.
La modalidad vuelve a remontar gracias al regreso de Salsabor, de Yurena Delgado, y Los Yuppies, de José Víctor Afonso, tras el año sabático de 2023. De cara a la próxima edición, hoy conocerán el orden de actuación en el concurso más familiar del Carnaval Sabor Isleño, Los Yuppies, Nobleza Canaria, Chaxiraxi, Caña Dulce, Salsabor, Cantares Luz de Luna, Teiderife y Siboney.
Festival de mayores, miércoles 31 de enero.
En el marco de la gala de los mayores, participarán sin optar a premio sino como exhibición Mayores del 2000, Monte Nevado, Con Nuestra Gente-Chincanayros, Hogar del Pensionista Padre Anchieta de La Laguna, Tercera Edad de Tegueste, Rondalla Las Nieves, Volcanes del Teide, Antón Guanche, Rondalla Renacer, la murga Los Reconecta2, del centro Acamán –que regentan las Hermanas Hospitalarias– y la murga Las Incansables de Icod.
Canción de la Risa, 2 de febrero en el teatro Guimerá.
Ocho formaciones participarán en este concurso de humor, de la mano de Las Gediondas, Jareadas en su punto de sal –que reivindican la génesis de Ensalitradas, murga de Candelaria que nunca se ha llegado a estrenar–, Los Cornucas Atómicos, Los Dibujos Animados, Los Esc@ndinabos, Los Lejías, la novel Los Quijotes de La Guancha, de Gonzalo Luzardo y Geni Figueroa, y No Tengo El Chichi Pá Farolillos, de la Casa del Miedo.
Comparsas: sábado 3 de febrero en el recinto y sábado 10, en la calle.
Participan en la edición del Carnaval de la Televisión Danzarines Canarios, Tabajaras, Valleiros –que regresa, tras el fallecimiento hace un año de su ‘alma mater’ Isauro Rivero, quien la sacó a la calle durante 40 años–, Rumberos, Cariocas, Bahía Bahitiare –el primer grupo que presentó su fantasía–, Tropicana de Candelaria, Abenaura y Joroperos. Este año causa baja Río Orinoco.
Rondallas, domingo 4 de febrero en el Auditorio.
Cita con la lírica y la modalidad genuina del Carnaval gracias a Masa Coral Tinerfeña, Unión Artística El Cabo, Peña del Lunes 1965, Los Aceviños, Gran Tinerfe, La Rondalla Mamel’s, Las Valkirias de la Lírica y Orfeón La Paz de La Laguna.
Tendencias, las murgas frente a los coreográficos
La categoría más numerosa sigue siendo las murgas adultas del Carnaval, si bien en las últimas ediciones se registra señales de un agotamiento que pone en evidencia la falta de relevo generacional, no tanto por la falta de alternancia en la dirección –Ángel Cabrera, de Castorcitos, se estrena en la dirección de Zeta-Zetas, en sustitución de Javier Lemus; Carlos González Mamelón, en Mamelucos, en sustitución de Airam Bazzocchi y Samuel Fumero, y Tati Rodríguez, que reemplaza a Melca Barrera, en Tras ConTras–, sino por la falta de componentes.
A la vista de las actuaciones en los tres festivales celebrados en la última semana –San Matías, Las Chumberas y El Rocío–, se acrecientan las diferencias en número de componentes, con formaciones hípernumerosas –incluso por encima de los 85 integrantes que limita la organización sobre el escenario, caso de Diablos Locos, Bambones, Trapaseros y Burlonas–, seguido en otro escalón por Mamelucos, Zeta-Zetas y la novel Guachinquietas, que superan los noventa, para mantener el pulso sobre los 50 componentes el resto; cabe recordar que el mínimo está fijado en 40 integrantes en la modalidad de murgas adultas.
Mientras los colectivos críticos mantienen la supremacía desde los años ochenta, yace ya más de cuatro décadas y media –y en varias ocasiones se ha advertido de un cambio de tendencia, tras los ciclos que lideraron en los sesenta las rondallas y luego las comparsas en los setenta–, en las últimas ediciones se registra un espectacular auge de una modalidad de toda la vida que ha venido a revolucionar las academias y las escuelas de danza.
Aunque la puesta en marcha en el Carnaval 2005 del novedoso formato de la Canción de la Risa, santo y seña de Manón Marichal, parecía llamada a desplazar en protagonismo al concurso de murgas adultas, lo cierto es que aunque genera mucha expectación, la realidad es que no se codean aún ni con una fase de murgas adultas. Son formatos diferentes y el aforo limita el público a menos de mil personas en el teatro Guimerá, si bien salir de ese entorno parece utópico por ese diálogo mágico que se establece desde el escenario y el patio de butacas, que no sería lo mismo ni en otro entorno si sin el maravilloso Manón Marichal, no solo padre de esta modalidad sino la razón de ser de este concurso que lo alimenta de su ingenio y humor cada edición. Aún así, la Canción de la Risa, a falta incluso de que los participantes se lo trabajen más en los ensayos previos, parece un concurso a la medida de amantes del humor y hasta nostálgicos, y el público, el proporción al número de componentes; es la modalidad con menos componentes, quince.
El fenómeno coreográfico
El esplendor en los concursos del Carnaval tienen nombre propio a la vista del interés que despierta entre el público, en su mayoría familiares de los niños que integran los grupos coreográficos llegados de escuelas y academias, hasta el punto que Fiestas ha tomado por primera vez la decisión de establecer premios en Interpretación y Presentación; en los últimos años se otorgaban en una categoría única, fluctuando la valoración, según el perfile del jurado, entre el disfraz o el repertorio.
Este año se divide, y además se ha puesto un número máximo de admisión de colectivos, veinte, que a punto a estado de colocar en una situación comprometida a la organización porque inicialmente se inscribieron veintiuno. Finalmente han quedado, por ahora, en diecinueve, por lo que le ahorran a Fiestas el problema de tomar una decisión sobre la admisión.