Carnaval | Encuentro de hermandad

Puzle de 'amigos trónicos' dentro y fuera del escenario del Carnaval

Como si de una cita a ciegas se tratara, Masi Carvajal reunió a una veintena de amantes de la fiesta para brindar por la vida

Encuentro de hermandad de 'patas negras' del Carnaval, promovido por Masi Carvajal.

Encuentro de hermandad de 'patas negras' del Carnaval, promovido por Masi Carvajal. / El Día

Humberto Gonar

Humberto Gonar

El local de ensayo de Diablos Locos, como no podía ser de otra manera, fue el punto de encuentro de lo que se pertreñó casi como una cita a ciegas para brindar por la vida y el Carnaval. Su promotor, Masi Carvajal. El hijo Tom, el que durante 25 años fue el 'alma mater' de la familia trónica, un testigo que tomó el propio Masi teniendo en Víctor Asensio, 'El Maestro', su 'marida' y uno de los principales valedores.

Pero el almuerzo del sábado más de que Carnaval era de la familia del Carnaval. De 'pata negras' de Carnaval. De gente que ha entregado su vida por la fiesta. Que ha hecho de ella su pasión y que ahora, con la solera de los “son cincuenta y tantos”, que cantan Diablos Locos en su pasacalle, se toman su resuello para disfrutar de las mieles del Carnaval. Lo que ocultan los focos y los escenarios, lo que no tiene que ver con la rivalidad ni los cartones: esa enfermedad que se cuela por las venas en forma de purpira. La familia del Carnaval.

De puntillas, sin alharacas, como es Masi, desde hace semanas fue armando este puzle de amigos de dentro y fuera del Carnaval que estuvo presidido por dos condiciones: que nadie se pusiera a preguntar quién había sido invitado y nada de fotografías; tocaba disfrutar del corazón, más allá de postureos.

La cita bien se podría encuadrar como fiesta de cumpleaños de Masi Carvajal, que se celebró el 29 de marzo pasado; o la de Juan Viñas, que se conmemora estos días. Otro invitado de lujo a la 'cita a ciegas murguera' que preparó Masi.

Hablar de Viñas, más allá de referencias a sus treinta años de gerente de Fiestas y padre del nuevo Carnaval junto a Manuel Hermoso, es mentar la cuna de la tradición, incluyendo, cómo no, los inicios y la evolución de Diablos Locos, las 'yemitas' de Juan Viñas, los 'jueves culturales' y los ratos con Tom. Tom Carby, el 'boxeador del Carnaval'.

Tampoco fue la fiesta de cumpleaños de Manolo Peña, que lo celebró el 15 de abril -nació antes que Diablos Locos porque es más de la Fufa-, pero el 'jefe de protocolo del Carnaval' que todos quisieran tener a su lado también estuvo en la mesa de los 'discípulos del Carnaval', testigo de la evolución de una fiesta que cuando el ya estaba cansado de desfilar por la calles de Santa Cruz, si es que alguna vez se cansa de carnestolenda, fue declarada de Interés Turístico Internacional, en enero de 1980.

La idea de este encuentro de hermandad carnavelero está vinculado directamente a la idea que le surgió a Masi 'Carnaval' cuando hace tres años decidió dar paso a la tercera generación Carvajal. Y allí estaba también el futuro de Diablos Locos, Tomy, o su mano derecha en el montaje musical, Acaymo Correa, junto a 'tiburones' de las murgas como José Antonio González 'El Flaco' o Rafa Darias, director y presidente de la célebre Singuangos; o Pedro Mengíbar, 'letrista cinco estrellas', casi tantos como criticones, que hizo historia con Trasnochados. O Josechu Álvarez, cuya presencia ya irradia saber estar y que un día tuvo que tomar la difícil elección de optar por los oropeles de los focos y su vocación laboral, desde la cuna de Ni Pico-Ni Corto para luego ser tarjeta de presentación de La Traviata. Exponente de la tercera generación más grande que ha dado el Carnaval.

A Masi se le debe la oportunidad y el mérito de haber sentado en una sola persona a 'sor Catalina' y Luis Roldán, y la 'Posesa' y 'Tino y Nino'... y muchos personajes más en la figura de Jose Castilla, durante 32 años presidente de Triqui-Traques, y también a quien representa en el Carnaval que el humor no ha muerto: lo hizo con Triqui y ahora con Los Cornucas: Lucas Mujica.

Los compromisos impidieron la asistencia de Toño Ramírez, 'el chocolate' que aporta pimienta al Carnaval como lo hizo históricamente en Mamelucos y Mamelones y en el último año sazonó a Zeta-Zetas; o Luis Mariano González y Javi 'El Abogado', 'terremotos' (con perdón de la Casa del Miedo) de las murgas y hasta alguna concejala... O Manón Marichal, 'singuangos' de cuna, defensor en primera línea de la fiesta y 'padre' de la Canción de la Risa; incondicional siempre que se le llama y que precisamente se le resistió la cita, para su desconsuelo, por otros asuntos.

Para políticos en la 'mesa trónica', uno, aunque dejó fuera la chaqueta y entró sin papeletas ni discurso, sino como un amigo cabal y leal: Dámaso Arteaga, el 'padre del bono murguero'. Hoy muchos se benefician, pero pocos saben que fue realidad por él.

Pero en esta cita de y con Masi no podía faltar la esencia de Carnaval. Más allá de la calidad de las letras de Bambones, de la rivalidad que en el escenario se mide con Diablos... Masi y Primi Rodríguez son una estirpe aparte. Hermanos murgueros. Carnaval. Coherencia y respeto. Frutos de entender que la vida no se mide por cartones sino en carnavales. En experiencia de vida. En mano tendida. En estar. En ser señores de la palabra y coherentes con sus principios. Testigo de este hermanamiento, otro grande, enemigo de los focos y que siempre logra la cuadratura del círculo cuando parece un imposible, el representante de Bambones Juan Antonio Rodríguez, aportando tesón, cordura, respeto, altura de miras. Como Juan Francisco 'Saxo' y Moisés Rodríguez, de Diablos, que solo saben de trabajo, trabajo y trabajo que como bloques construyen palacios con el cemento del hormigón. Son deanes de la Catedral del Carnaval donde la presencia tiene estilo y sello: las caricaturas de ombligos y pies de Lito Díaz que llevan su marca en las decenas de fantasías con las que enriquece la fiesta; allí estuvo también él.

También en la cita, uno de esas 'hormiguitas' del Carnaval. Fermín Hernández, de la Casa del Miedo, que no se deja estar y siempre está para resolver cualquier contratiempo. La sombra de Manolo Peña.

A esta cita murguera no le faltó compás, aunque lo pudieron marcar Alejo y Francis, los 'percutas' históricos de Diablos y Bambones, como tampoco estuvieron ausentes dos invitados a los que todos quisieron abrazar, y lo hace con el pensamiento: Luis 'Suspi' Hormiga y Ramón Rodríguez 'El Peca'.

Juez y parte. Alexis Hernández. De esos grandes, enormes, que son ADN de Carnaval, murguero, carnavalero, comunicador, entusiasta y hermano, o el propio Romi Viñas, el hijo de Juan, heredero de la pasión por la fiesta y testigo de cómo las broncas de su padre, Juan, cimentaban el Carnaval que hoy disfrutan cientos de miles de personas.

La cita de Masi fue un alto entre ensayos, entre concursos, entre conversaciones para brindar por la vida. Para brindar por la sincera amistad. Para brindar porque el Carnaval, el verdadero, tiene más corazón que ron.