Fiesta y chaparrón

El coso de La Orotava reúne a más de 20.000 personas que tuvieron que retirarse a la carrera por la inesperada lluvia final

Fiesta y chaparrón |  EL DÍA

Fiesta y chaparrón | EL DÍA / Raúl Sánchez

El multitudinario coso villero pudo concluir su recorrido de casi tres horas justo antes de que cayera un gran e inesperado chaparrón que obligó a participantes y asistentes a marcharse a casa mojados y más pronto de lo previsto en el día grande del carnaval de La Orotava.

Más de 20.000 personas se reunieron para disfrutar ayer del multitudinario coso del carnaval de La Orotava. Una riada de mascaritas, grupos, ritmo, color y buen humor que pudo concluir por los pelos su recorrido justo antes de que cayera un gran chaparrón. Fueron casi tres horas de apoteosis carnavalera que terminaron con una retirada a la carrera, y pasada por agua, debido a una lluvia inesperada que no pudo deslucir lo más importante de la fiesta, aunque sí obligó a suspender la posterior verbena de La Maquinaria y la fiesta musical de la guagua joven.

Fiesta y chaparrón

Fiesta y chaparrón / Raúl Sánchez

El coso tuvo casi de todo: un Darth Vader, varios Cantinflas, Pikachus, patos Lucas, obispos negros, fridas kahlos, Galletas María, piñatas, calendarios con vírgenes y santos, abducidos por alienígenas, chiques con sombrilla y sin depilar, romanos, cosacos, vikingos, faraones, superhéroes, monjas con ritmo, alguna viuda anticipada, swats, terroristas, pintores de brocha gorda y hasta militares con bicis «de la posguerra».

Por el recorrido habitual de la romería villera desfilaron rondallas de la tercera edad, murgas adultas e infantiles, grupos coreográficos, comparsas y batucadas. Se vieron Minions, abejas, brujas, capitanes américas, varios Hulk, ratones Mickey, marineritas y marineritos, gimnastas venidas a menos, futbolistas con poco toque, mimos, piratas, diablos y diablas, rockeros y rockeras, zorros y vaqueras. Trogloditas, atracadores, policías locales y piñatas de todas las edades y tamaños.

Fiesta y chaparrón

Fiesta y chaparrón / Raúl Sánchez

No faltaron fanfarrias de Puerto de la Cruz, La Guancha y La Orotava; ni comparsas como Chicharacas, Carabao Wayana o Wild Dance; ni murgas como Chaladas, Maskepotras, Irónicos, Virgueritos, Pizzicatos o Trinkosos, con un cartel de Se busca con el rostro de Francisco Linares, o Ferrusquentos, que sorprendieron al edil de Fiestas de Garachico, Andrés Hernández, mientras trataba de disfrutar de incógnito del coso.

En el desfile brillaron las carrozas de la reina del carnaval, Karen Hernández Hernández, que lució la fantasía Sácala a bailar, en representación del Multicentro Comercial El Trompo, y de las damas de honor. El alcalde, Francisco Linares, y el edil de Fiestas, Alexis Pacheco, acompañados por otros miembros del Gobierno local, también se dejaron ver, formando una variopinta tribu, con Blancanieves incluida.

Fiesta y chaparrón

Fiesta y chaparrón / Raúl Sánchez

Familias y docentes del colegio de La Florida llenaron el coso de jardineros y jardineras; los vikingos desembarcaron gracias al Club Chinec de Caravaning, y Melosos puso la diligencia y los vaqueros. Al final de la comitiva, la pibada disfrutó detrás de la guagua joven, con mucho torso descubierto, ositos atados a la cintura y disfraces no muy disfraces. Un preso a la fuga con una policía yanqui, los cazafantasmas, varios punkis y algún momo, del que ya casi nadie se acuerda, mantenían vivo el espíritu más carnavalero en un fin de fiesta que se precipitó por la inoportuna asistencia de la lluvia.

Suscríbete para seguir leyendo